El primer pleno de la corporación coruñesa después del de investidura no deparó sorpresas, ya que todos los grupos dieron el visto bueno a los acuerdos organizativos –periodicidad de las sesiones ordinarias, creación y composición de las 17 comisiones (tres especiales) y la propuesta de retribuciones, asistencias e indemnizaciones– para este mandato. Con todo, el grupo municipal de Marea Atlántica –que se abstuvo a la hora de aprobar la modificación del cuadro de personal eventual– solicitó el debate por separado de los puntos incluidos en este asunto, algo que rechazó al alcaldesa, Inés Rey, debido a que habían sido presentados en conjunto.
Tal y como se había anunciado la pasada semana, la alcaldesa cobrará 69.218 euros, los concejales con dedicación exclusiva –todos los del PSOE, dos del PP y uno del BNG– 59.582 euros, los que estén a jornada parcial percibirán 29.791 euros y los que tengan el 75% de la jornada –dos de la Marea, uno del BNG y uno de Cs– cobrarán un total de 44.687 euros.
La sesión comenzó un minuto después de las once de la mañana y duró apenas una hora. En ella, los grupos utilizaron su turno de intervención para exponer su decisión y aprovecharon para opinar sobre cómo deben ser los próximos cuatro años. La portavoz de Ciudadanos, Mónica Martínez, se alegró de que los plenos volviesen a ser por la mañana (10.00 horas) y valoró la creación de las comisiones, aunque todavía se desconozcan sus presidencias. En cuanto a los sueldos, Martínez los calificó de “coherentes” y también quiso destacar como algo positivo los acuerdos del PSOE con la Marea y BNG como “un buen síntoma” de este mandato. Asimismo, la formación naranja criticó la tardanza a la hora de recibir el número de asesores que tendrá la nueva corporación –un total de 27 (17 PSOE, cuatro PP, tres Marea Atlántica, dos BNG y uno Cs)–.
Desde el Bloque Nacionalista Galego, Francisco Jorquera indicó que las retribuciones “deben evitar excesos e ter en conta o contexto social” pero, al mismo tiempo, también las consideró justas. La apelación al diálogo sin “excluir a ninguén” fue otra de las insistencias del nacionalista en su primer turno de intervención.
Voto crítico
Desde la Marea, formación que la pasada semana firmó un acuerdo de organización para este año y 2020 con los socialistas, María García le recordó a los de Inés Rey que tienen que ser conscientes de los retos que asumen al ser un Gobierno de nueve ediles y aseguró que su formación “xoga un papel fundamental porque suma maioría nos plenos”, destacó.
Asimismo, aseguró no entender las “equidistancias”, indicando que ellos no pretenden “facer oposición de bloqueo pero si esixente” y explicando que su voto a la organización de la corporación era “favorable pero crítico” ya que en las conversaciones con el PSOE no se habló nunca de sueldos –Marea Atlántica aseguró que sus ediles no sobrarán más de 35.000 euros y que donarán el excedente a “proxectos de innovación social e o apoio ao traballo dos movementos cidadáns”–.
La portavoz de los populares en María Pita, Beatriz Mato, le quiso puntualizar a García que “os votos a favor son a favor, xa sexán críticos ou non” y aseguró que a su partido no fueron los ciudadanos los que le colocaron en la oposición, “senón as negociacións nos despachos”, haciendo referencia a los acuerdos del PSOE con Marea y BNG.
Con todo, Mato aseguró que las puertas de partido estarán siempre abiertas para llegar a acuerdos, aunque asume que “seremos os cuartos invitados á festa”
José Manuel Lage, portavoz de los socialistas, apeló al diálogo en todo momento y apeló al cese de la “política de trincheiras”, asegurando que el pleno de ayer se enfocó para “abrir un tempo novo”.
“Non hai equidistancia hai unha maioría progresista, pero o que non vai haber son cordón sanitarios”, afirmó, al mismo tiempo que le reprochó a Marea Atlántica que no quisiese votar el punto de los salarios, incluido en el acuerdo firmado entre ambas organizaciones como “prerrogativa do Goberno municipal”. “Hai que ser capaces, polo menos, de soster o que se asina, seguro que é un despiste”, ironizó Lage, que reiteró la intención de llegar a acuerdos con todos los grupos.