Jornada accidentada en A Coruña pese a que el tiempo no jugó en contra. Y es que por el impacto entre dos vehículos en Alfonso Molina, la avenida se volvió a colapsar al mediodía. El accidente fue a eso de las 12.20 horas, en sentido entrada ciudad, en concreto, a la altura del centro comercial Carrefour.
Por culpa del impacto y aunque el suceso no se saldó con daños más allá de los materiales, la Policía Local se vio obligada a cortar dos carriles, el izquierdo y el derecho, dejando solo apto para la circulación el del medio.
Esto provocó una importante caravana que llegó hasta la Fábrica de Armas. A las 12.40 horas, los agentes pudieron restablecer el tráfico en el de la derecha y a las 13.20 horas, desde la sala de pantallas del 092 apuntaron que los tres ya estaban operativos y que a esa hora los coches comenzaron a rodar con fluidez.
No hubo que lamentar heridos. Eso sí, hasta allí se desplazó una unidad del 061, que atendió a los ocupantes implicados en el choque in situ sin que fuera necesario su traslado a un centro hospitalario. Por otra parte, un tercer turismo reclamó daños por el embiste.
Rotonda
En la rotonda de Casablanca, en el barrio de Os Castros, un ciclista fue interceptado por un vehículo a las 11.30 horas. El accidente ocurrió en el sentido de entrada a la ciudad y por el golpe resultó herido el varón que pilotaba la bicicleta.
Según la Policía Local, el hombre, de 56 años, responde a las iniciales J.B.F. y tras una primera asistencia sobre el perímetro, los sanitarios del 061 se lo llevaron al Chuac con un cuadro leve.
Ya por la tarde, los Bomberos se desplazaron a las cinco de la tarde al barrio de A Zapateira, después de recibir la llamada del conductor de un coche.
El vecino les informó que se había salido solo de la carretera a la altura del colegio de Montegrande para acabar chocando con una tubería de gas de una casa, que comenzó a desprender combustible. Desde el parque, los profesionales contaron a la vuelta que el coche se empotró contra el cierre de una vivienda unifamiliar con tan mala suerte que afectó a la red de suministro de gas ciudad. Nada más llegar, cerraron un poco el conducto para abortar la fuga y lo aplastaron con unas pinzas. Seguidamente, ya vinieron los de la compañía y arreglaron la incidencia.
Por su parte, el conductor salió ileso: “No le pasó nada, solo que se le fue el coche”. Fue la mejor manera con la que los servicios de emergencias resumieron una jornada que, aunque tuvo incidentes variados, todos acabaron sin daños de importancia.