Samantha Vallejo-Nágera cuelga hoy el mandil para dar una charla a las 19.00 horas en Palexco sobre “Salud y Paladar”, dos términos que no están reñidos. Al contrario, la chef no se considera “una drástica” y aboga por un estilo saludable como la medicina para alargar la vida como un chicle. 

En la charla, organizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, estos vocablos saldrán de la pota para meter en el mismo saco a la organización de la casa y el deporte porque “no se trata de tirar de la bolsa de patatas cuando te da el apretón”. 

Samantha opta entonces por una pera o un plátano: “Me encanta la fruta” en un esquema vital, el suyo, donde además de estar en el plató de varios canales, avanza en su trayectoria en los fogones y tiene en casa cuatro cabelleras a las que educar y alimentar de forma saludable, eso sí. 

Aunque reconoce que a veces esto se hace un poco cuesta arriba, lo importante es “dejar lo sedentario y volver a la vida que llevábamos cuando éramos pequeños”. Hay que comer sano, señala, y “las barritas energéticas están igual de buenas” que otros productos no tan recomendables. 

No desvela su cesta de la compra básica porque prefiere dejar el suspense hasta la conferencia, pero reconoce que acude a los mercados para adquirir todos los productos perecederos que entran en su nevera. Los que no caducan los compra en el supermercado. 

Aunque no tuvo tiempo de acercarse a las plazas coruñesas, afirma que ya lo hizo en anteriores visitas y que cuenta los minutos para disfrutar de la materia prima atlántica: “El marisco es lo mejor, las almejas al natural y el pulpo me vuelven loca”. 

En medio de una nueva entrega del programa “Masterchef junior”, Samantha asegura que los consejos que reparte junto a Jordi Cruz y Pepe Rodríguez ayudan a que los pequeños se preocupen por su alimentación: “Quieren ir a comprar lo que vieron la noche anterior”. 

De esta edición, confiesa que ya tienen varios favoritos y que cada “Masterchef” es diferente porque los concursantes hacen que así lo sea. Además de inyectar su personalidad a los platos, le dan ritmo a un recetario que sale con patas de los estudios de la Primera: “En la última eran geniales y los niños lo son también”. 

En este sentido, no sabe con qué quedarse, si con los pequeños o los mayores porque cuando toca emitir el veredicto de las especialidades adultas, “echas de menos  a los chavales y al revés”. Desconoce cuánto poso le queda a esta fórmula, pero invita a disfrutarlo mientras salga por la pequeña pantalla: “La cocina es tan amplia e infinita...”. 

Lo que sí admite es que los españoles se autoexigen cada vez más en la cocina. Van más allá del a, b y c y “hasta los pequeños piden en casa un buen emplatado”. Asegura que son muchos los seguidores que le hacen fotos a sus creaciones y se las envían para buscar su aprobación. 

El auge culinario se debe, según la profesional, a que “tenemos una materia prima espectacular” y a la presencia de cocineros reconocidos internacionalmente, que empujan a las nuevas generaciones a seguir su ejemplo. Esto ha derrumbado la frase fácil para Samantha de “no sé cocinar” y hoy es el día que pocos se escabullen de coger la sartén. La experta cree que solo un 1% de los españoles no disfrutan comiendo. El resto se deleita con especialidades que se alían con ingredientes poco comunes para ser otras distintas o se basan en las recetas maestras de las abuelas: “En España siempre tuvimos tradición”. 

Sobre cómo conseguir un equilibro, hablará esta tarde en una puesta en escena, donde no se olvidará de otro factor, el deporte como alternativa para compensar lo que se cuece a fuego lento.