Mabel Lozano (Toledo, 1967)  aprovechó su carrera de actriz y presentadora para ponerse al otro lado de la cámara y ceder el protagonismo a todas aquellas mujeres que tienen algo que decir. Uno de sus empeños es la denuncia de la explotación sexual y la trata de personas, una realidad que, recuerda, está ocurriendo “aquí y ahora”, aunque cree que es un tema que, desafortunadamente, tiene poco peso en los medios. Ayer, 23 de septiembre, el Ayuntamiento celebró el día internacional contra la problemática, y Lozano colaboró con la presentación de dos documentales sobre el tema, con los que busca “poner el foco en las víctimas’”.

¿Hay cobardía por parte de las administraciones para acabar con esta lacra?
No, con esto no se acaba porque es un negocio que genera mucho dinero. Es el tercer negocio ilícito que más dinero genera en el mundo (cinco millones al día en España según la Policía Nacional). Y España es un país muy permisivo porque la prostitución es alegal, y donde la ciudadanía tiene parte de culpa con su complicidad, no está mal visto, pero tampoco está bien visto. Pero nosotros no nos estamos metiendo con la prostitución con voluntariedad. El 23 de septiembre es el día contra la compraventa ilícita de seres humanos para su explotación, en el ámbito laboral, matrimonios domésticos, en la prostitución forzada...

Es un rostro conocido, ¿resulta más efectivo su trabajo a la hora de denunciar esta situación?
Sería pretencioso por mi parte pensar que por mi trabajo se modifican las cosas. Pero desde luego todo suma, las asociaciones, los medios,... Yo creo que si todo el mundo se uniese el próximo 23 de septiembre vendría aquí a comer pulpo con Miguel Lorenzo y no a hablar de trata.

¿Su próximo trabajo?
En octubre empezaré a rodar en las universidades para conoce la opinión de los jóvenes, y el próximo año voy a hacer un documental largo sobre el negocio de la explotación sexual.

¿Mabel Lozano no va a parar en su lucha?
No soy Santa Teresa de Jesús, soy una cineasta que utilizo el audiovisual para sensibilizar. Todos mis documentales tienen que ver con el mundo de la mujer porque me interesa y porque creo que donde hay un campesino pobre hay una campesina todavía más pobre. n