La asociación SOS Desaparecidos teme que detrás del correo electrónico que recibió a última hora del martes de la semana pasada en su cuenta oficial con un mensaje firmado por una presunta Diana Quer, -existe el convencimiento de que no es la autora del mismo-, hay una persona que trató de crear una cortina de humo para desviar la atención de la investigación hacia otro lugar al sentirse amenazado.
Así lo manifestó ayer su presidente, Joaquín Amills, que considera que el contenido del mensaje -“Hola, estoy bien necesito estar un tiempo fuera de España. Saludos, Diana Quer”-, es más que una broma, que es en lo primero que se llegó a pensar. Agregó que es el primero de ese tipo que recibe en toda su historia, un periodo en el que les llegaron otros en que se pedían rescates, se insultaba a familiares y enviaban mapas del lugar donde podía estar el cuerpo, entre otras cuestiones.
En cuanto a la investigación de ese correo electrónico desde el que se envió ese mensaje se siguen produciendo algunos avances, como la identificación de un número de teléfono al que está vinculada esa cuenta y que podría pertenecer al autor del mismo, pero que está por confirmarse si es real. Amills, que dijo que una acción de este tipo no puede salir más que de una persona con mente perversa, manifestó que de tratarse una suplantación de personalidad se estaría ante un asunto penal, que puede acarrear una condena de entre seis meses y tres años de cárcel.
El presidente de SOS Desaparecidos detalló que aunque en un primer momento detectaron que esa cuenta de correo electrónico era falsa, el pasado jueves se creó oficialmente y está operativa, algo que llamó poderosamente la atención de los miembros de la asociación, por lo que tanto sus informáticos como la unidad de delitos telemáticos de la Guardia Civil están tratando de interactuar con la misma, pero por el momento no se conocen los resultados de esa labor. Amills detalló que entre los objetivos que se persiguen con la investigación es saber quién mandó el e-mail y con qué intenciones lo hizo.
Joaquín Amills añadió que les sorprendió que el autor se tomase tantas molestias a la hora de suplantar la personalidad y guardar el anonimato, realizando el envío a través de un servidor que en teoría no es rastreable (TOR), que permite crear un paquete cifrado y formado por distintas capas, que se van retirando para tratar de evitar su localización. En el caso del e-mail en cuestión, se sabe que salta en Canadá y que tiene una pantalla en EEUU. Aunque esto último se podría relacionar con la teoría de la madre de la joven madrileña desaparecida de que su hija podría estar en cinco estados norteamericanos, donde persiste la alerta, desde SOS Desaparecidos indican que el correo electrónico pudo salir incluso de cualquier sitio de territorio español.
De todas formas, si se llega a identificar al autor del mensaje firmado por una supuesta Diana Quer y se concluye que no tiene nada que ver con la desaparición de la muchacha, el Juzgado de Instrucción Número 1 de Riveira podría proceder a abrir una pieza separada por el referido delito de suplantación de personalidad. en ese caso, pasaría a formar parte de un procedimiento distinto, en el que SOS Desaparecidos indicó que pretende personarse como destinatario del e-mail.