El transporte metropolitano dará un pequeño salto en verano con la llegada de los buses comarcales hasta el centro de la ciudad. Este cambio, demandado por los usuarios, se empezará a aplicar de forma progresiva, con el fin de evitar que la presencia de más autobuses por zonas como, por ejemplo, la plaza de Pontevedra o la de Ourense, colapsen todavía más la circulación en las calles coruñesas. Así, la Xunta está ultimando la entrada de una primera línea comarcal en la ciudad, estudiar su comportamiento y, a partir de ahí y en función de los resultados, ir ampliando los trayectos del resto de los rutas con el área que, hasta ahora, tenían como única parada la estación de autobuses.
Los cambios los adelantó ayer el director xeral de Mobilidade de la Xunta, Miguel Rodríguez Bugarín, en el transcurso de una entrevista radiofónica en la que analizó el futuro del transporte metropolitano coruñés, un año y medio después de la implantación del billete único en la comarca. Según Bugarín, el Gobierno gallego está cerrando las negociaciones con el Ayuntamiento para “fraguar todas las posibilidades” que existen para que las rutas comarcales discurran también por el interior de A Coruña, y cuenten con paradas más allá de la calle Caballeros.
“Estamos tratando de implantar progresivamente esa entrada de autobuses”, recalcó Bugarín, que considera que se trata “de un tema complejo porque el concello de A Coruña lo que no desea es perturbar el tráfico dentro de la ciudad”. Por eso, lo que quiere hacer la Xunta es poner en marcha esta medida “de forma muy controlada, y de manera experimental”. En palabras de Bugarín, “hacerlo primero en los papeles, en los cálculos, en las simulaciones y, si en la realidad eso también coincide, hacerlo de manera que no origine ninguna molestia a los coruñeses”.
Todo esto se empezará a aplicar desde el verano, una de las épocas en las que disminuye el número de vehículos en la ciudad, en especial como consecuencia de las vacaciones escolares. La puesta en marcha de una línea a modo de prueba servirá, no solo para comprobar en qué medida altera el tráfico del centro la realización de más paradas por parte de nuevos autobuses, sino qué tipo de pautas y comportamientos se establecerán para las rutas comarcales.
Éxito > Bugarín recordó que este es un paso más dentro de la implantación del billete único, que tuvo lugar en enero de 2011. De hecho, asegura que desde la puesta en funcionamiento de las nuevas tarifas –con las que se redujo en un 50% el precio de los billetes, y que supuso la implantación de los transbordos gratuitos entre los autobuses urbanos e interurbanos– aumentó considerablemente el número de usuarios.
“Estamos muy satisfechos”, confesó Bugarín, que apuntó que si en enero del año pasado había 380.000 viajeros en el área, el mes pasado se contabilizaron “prácticamente 600.000”, lo que supone un incremento de casi el doble. Para el director xeral de Mobilidade, los datos son una muestra de que el transporte metropolitano “funciona y es utilizado por la ciudadanía”, algo básico ya que la rebaja de los billetes –la clave del éxito– se paga con dinero público. “En momentos de crisis hace falta que los fondos se utilicen de forma eficiente”, añadió.