“Alarma”, “miedo escénico”, “psicosis absoluta”. Los calificativos que emplean los cerrajeros para describir la reacción ciudadana ante el creciente número de robos en pisos dan una muestra del impacto que los asaltos tienen en la sensación de inseguridad y, también, en su carga de trabajo.
En las últimas semanas, los profesionales de la ciudad han multiplicado el número de asistencias y han visto cómo se agota el stock de determinados sistemas de seguridad que hasta ahora apenas tenían salida por ser los más caros del mercado. “Hay una psicosis por cambiar los cilindros, una psicosis terrible”, reconoce Ramón Rey, de Cerrajeros Hermanos Rey.
Como él, el responsable de la Cerrajería Pantuflas admite que algunos tipos de cerraduras están hoy “bajo mínimos”, si bien matiza que el cliente puede conseguir sin problema otras de la misma clase pero de otras marcas igual de solventes.
“Puede faltar stock en cilindros de gama alta, porque son productos que hasta ahora estaban aburridos en los almacenes y ahora todo el mundo quiere y, como son caros, no existe tanto estockaje”, constata José Antonio Grela, de Central de Cerrajeros.
marcas
Los motivos de que ciertos sistemas de seguridad se hayan agotado son varios, según la opinión de los profesionales consultados: por una parte, el miedo de la gente al ver que uno o varios pisos de su mismo inmueble son saqueados, y que la lleva a hacer desembolsos mayores en busca de una mayor seguridad; pero también la especialización de los delincuentes en unas determinadas marcas, que ha llevado a la Policía a aconsejar cilindros más seguros y otros sistemas de cierre complementarios.
“Ahora es una marca, pero en un tiempo se especializan en otra”, observa el representante de Hermanos Rey, para quien el asesoramiento es lo más importante a la hora de elegir el método para hacer más segura la puerta de casa. Del mismo parecer son otros especialistas, que, no obstante, apuntan que ningún sistema es infalible cuando se da con una banda especializada.
estacionalidad
Un tercer motivo lo encuentran los profesionales del gremio en el la fecha de esta nueva oleada de robos, agosto. “No es que los cerrajeros no tengamos existencias, es que si se agotan las fábricas están cerradas y no podemos reponer”, matiza otro de los encuestados.
Pero el hecho de que el repunte de asaltos se esté dando en los meses de verano no es, a ojos de estos especialistas, casual. “Nosotros sabemos de qué manera actúan”, señalan desde Central de Cerrajeros, donde recuerdan que el verano, con viviendas vacías por vacaciones y menos movimiento, es el momento óptimo para los ladrones de pisos, un parecer que comparten otros de los encuestados.
precaución
Coinciden en que en verano es “normal” el repunte de este tipo de delitos, en especial en fines de semana que coinciden con festivos o puentes, si bien reconocen que las cifras de este año pueden ser mayores. “Ocurre todos los años. (Las bandas) pegan una batida aprovechando que la gente hace escapadas y después cambian de ciudad”, expone José Antonio Grela.
En este sentido son varios los profesionales que coinciden en que la sensación de inseguridad está siendo “exagerada” y, aun apostando por la “precaución”, llaman a la calma frente un alarmismo que consideran injustificado.