Ya lo había marcado el arquitecto Joan Busquets desde el primer planteamiento del PGOM y la última revisión del documento confirma la apuesta del Ayuntamiento por dotar a la ciudad de corredores verdes o, lo que es lo mismo, por vertebrar A Coruña con vías donde predomine el transporte público y la vegetación, además de favorecer el tránsito peatonal y ciclista. En total, el plan general proyecta la construcción de 118,2 kilómetros de “arterias verdes”, frente al del 98, en la que la extensión apenas llegaba a un kilómetro.
El proyecto de ciudad de Busquets contempla 26 corredores verdes
Dentro de las propuestas realizadas también se habían barajado otras longitudes, como 44,7 o 80,5 kilómetros, pero finalmente, la férrea defensa que realizó Busquets de los corredores y las mallas verdes ha prevalecido.
El trazado total de vías verdes contempla 26 corredores urbanos con un plazo de ejecución que va de dos a diez años como máximo. En las actuaciones de acondicionamiento viario, Busquets sugiere que un corredor costero es la actuación “prioritaria” a realizar en los primeros cuatro años, “como ejemplo de corredor verde singular a nivel territorial”. Respecto a los corredores verdes urbanos, señala también como “prioritarios” el de la calle de Compostela (desde la glorieta del Palacio de la Ópera hasta Álferez Provisional), el que va de la plaza de Ourense al Paseo Marítimo, el de la calle de Chile hasta A Gaiteira y el de la avenida de Navarra hasta el Rectorado (que discurriría en parte por el corredor de Orillamar).
proyectos piloto
El principal objetivo que se marca en el plan general es que la red de corredores verdes permita la accesibilidad a menos de 300 metros de distancia al 100% de la población actual y al 84% de la superficie de nuevos ámbitos. Además, la intención de Busquets es que los corredores funcionen como elementos de conexión continua de todos los espacios verdes y equipamientos públicos de la ciudad.
A Gaiteira, el Palacio de la Ópera y el Rectorado contarán con este tipo de vías
Pese a las buenas intenciones que muestra el urbanista, la experiencia sobre corredores verdes no ha sido del todo positiva. Este es el caso de General Sanjurjo, que ya no tiene mediana, o el de Orillamar, donde se ha tenido que renovar todo el pavimento en menos de un año. El corredor de Pablo Picasso también suscitó las quejas de algunos vecinos, por la eliminación de plazas de aparcamiento, aunque por el momento ha sido la zona donde mayor éxito ha tenido la implantación de estas sendas. n