Dos sindicalistas se encierran en la Torre para denunciar las condiciones laborales

El Ideal Gallego-2012-01-12-007-ce2a8614

 a.p. > a coruña
 En un gesto de protesta por todo lo alto. Dos sindicalistas pasaron la noche de ayer en lo alto de la Torre de Hércules para exigir al Ayuntamiento que respete los derechos laborales de los trabajadores del faro romano, que ven peligrar sus puestos de trabajo por el cambio de concesionaria. Adolfo Naya, de la CIG, y Alejandro Expósito, de UGT, se colaron en el recinto a primera hora de la mañana y cerraron la puerta que da acceso al mirador anudando varias cuerdas. Naya explicó que el acto de ayer era una medida a la que les había obligado “la falta de respuesta del gobierno local” a la pregunta de qué pasará con sus empleos cuando comiencen las obras de reforma y este domingo se cierre la Torre al público.   El Ayuntamiento alega que los empleados lo son de una empresa concesionaria, no de la plantilla municipal, pero este argumento no convence a los representantes sindicales que se mantenían firmes en su postura. “O que está a facer o concello é abandonar a Torre que é o símbolo e o escudo da cidade”, insistió Naya. Aunque varios agentes de la Policía Local se personaron en el lugar, no hicieron nada por desalojarlos.
Naya y Expósito habían exigido que acudiera la teniente de alcalde de Empleo y Empresa, Luisa Cid, para poder discutir cara a cara la suerte de los 13 trabajadores. Pero uno de los policías municipales les comunicó, a través de la puerta que “aquí non vai vir ninguén”.  Aquello llevó a los dos sindicalistas a dar su siguiente paso: desplegar una gran pancarta.

S.O.S. >
“Tentámolo antes, pero non poidemos porque sopraba moito vento”, reconoció Naya. Por fín consiguieron desplegar el cartel, de varios metros de largo, en el que se podía leer las siglas “S.O.S.” Se trataba así de enviar “unha mensaxe de auxilio a toda a cidadanía na defensa deste emblemático monumento e dos postos de traballo”,
La empresa concesionaria que les emplea para tareas de atención al público y de limpieza está en situación irregular desde 2010, según el Ayuntamiento, así que éste quiere aprovechar el periodo que le otorgan las obras de acondicionamiento para adjudicar el contrato a una nueva empresa. Lo que proponen tanto UGT como CIG es que los trabajadores sean subrogados a la nueva empresa. Una idea que ya rechazó de pleno la concejala de Empleo, puesto que supondría un condicionante para los aspirantes a hacerse con el contraro.
En esta situación, los trabajadores creen que las obras no son más que una forma de justificar el despido y consideran muy precipitado que se vaya a cerrar la Torre de Hércules cuando todavía no se ha sacado a concurso público el contrato de realización de estos trabajos, así que exigen que, para empezar, el Ayuntamiento explique en qué van a consistir dichas reformas.
Sin embargo, la concejala insistió en que los problemas de los empleados son con su empresa y que cualquier intento de trasladar el conflicto está movido por un afán de aprovechar los problemas laborales para atacr al gobierno local. “El Ayuntamiento subcontrata muchísimos servicios y estas personas no tiene ni más ni menos derechos que el resto de estos trabajadores”. La edil inisinuó que el objetivo último de los empleados es pasar atrabajar directamente para el gobierno local pero se negó a justificar “que entraran a dedo o por la puerta de atrás” a lo que los sindicatos contestan que las subrogación es una práctica habitual.

Dos sindicalistas se encierran en la Torre para denunciar las condiciones laborales

Te puede interesar