La plaza de Pontevedra trae de cabeza a los vecinos del Orzán. Denuncian que en este espacio se han instalado decenas de personas sin techo, que conviven durante el día con los cientos de niños y adolescentes que acuden a los centros escolares de la zona.
“Entendemos que hay que respetar la libertad de todo el mundo, pero ¿dónde se queda la libertad de los vecinos?”, se pregunta, Aure López, la presidenta de la asociación de vecinos Ensenada del Orzán, que urge al Ayuntamiento a que tome medidas. “No sirve que nos pongan como disculpa que es un tema difícil porque las personas afectadas no quieren utilizar los recursos que existen, como los albergues; las administraciones tienen una responsabilidad”, recalca.
Cuentan los vecinos que la situación empeora los días de lluvia. Muchos utilizan las paradas de autobús para resguardarse, e instalan en estos cubículos su “hogar”. Además, sostienen que parte de las personas utilizan este espacio como un lugar para reunirse y beber, lo que genera un problema de convivencia para los vecinos. “La policía viene de vez en cuando, los mendigos se van y a los pocos días ya están de nuevo de vuelta”, asegura López, que cree que muchos de ellos llegan proceden del entorno de la Cocina Económica, donde los residentes llevan años denunciando la existencia de un foco de “trapicheo”.

vigilancia
La de Pontevedra no es la única plaza que, hasta no hace mucho, era utilizada por las personas sin techo para “acampar”. Antes del inicio de las obras para la construcción del párking ocurría lo mismo en As Conchiñas. El Ayuntamiento prometió reformar este espacio una vez concluyan los trabajos del aparcamiento subterráneo, pero los vecinos temen que la zona se vuelva a convertir en un foco para las personas sin techo. De hecho, fue a raíz de la reforma de la plaza de Pontevedra cuando surgieron los problemas en este espacio. A principios de 2009 los coruñeses estrenaron la nueva plaza, que el gobierno local vendió como un lugar diáfano, en el que los edificios históricos recuperaban  el protagonismo. Los trabajos se completaron con la instalación de nuevas paradas de autobús, más amplias y largos bancos de madera.
Los vecinos del Orzán explican que la situación que se vive ahora mismo en la plaza de Pontevedra genera un problema de inseguridad en la zona. Aseguran que ya han mantenido una reunión con las concejalas de barrio para tratar los problemas del barrio, en especial los que tienen que ver con el entorno de la Cocina Económica y con la plaza de Pontevedra, pero, por el momento, en el Ayuntamiento no le han ofrecido una solución que responda a su demanda. n