La confrontación entre naturaleza y cultura, la materia y lo humano, es lo que quiere transmitir el reconocido fotógrafo español Pablo Genovés a través de una cuidadosa selección de obras. Es con una serie de fotografías y vídeos superpuestos la manera en la que Genovés pretende plasmar la batalla entre estas dos fuerzas, cediendo al paso del tiempo el papel principal.

Museos derruidos, bibliotecas inundadas o antiguos palacios abastecidos por enredaderas son algunas de las imágenes que nos podemos encontrar en la exposición “Las Mutaciones Polifónicas”, que se inauguró ayer en El Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa en A Coruña. El autor dice utilizar imágenes ya existentes, provenientes de postales o de trabajos suyos anteriores, sobre todo de Centro Europa y del sur de Alemania. Según Genovés, “son imágenes rescatadas y reinterpretadas con métodos digitales, como la vida en la que vivimos, en la que lo analógico y lo digital está enfrentado”.

El sentido que quiere dar Genovés a las fotografías es de contradicción y de enfrentamiento: “imágenes que en un momento fueron de exaltación de la civilización europea ahora son destruidas por la naturaleza. Ésta es la reinterpretación que le quiero dar. El paso del tiempo es el que manda”.

El artista consigue el efecto deseado gracias a una desvirtualización de la realidad que ya conocemos, haciendo uso del collage vanguardista en el que “pinta” a través de la fotografía. De esta manera consigue desempeñar una función comunicativa a la vez que transmite un mensaje claro y directo: la advertencia sobre la inminente destrucción.

El autor tiene un claro objetivo con la exposición de su obra: concienciar a todos los que la contemplan de las consecuencias debastadoras del cambio climático. “No es algo lejano. Es algo catastrófico que está sucediendo ahora y de lo que tenemos que concienciarnos ya”, afirma Genovés.

Pasado, presente y futuro se unen en esta obra retrofuturista en la que se entrecruzan tiempos míticos, distintos momentos de la historia del arte, los viejos tiempos de las poblaciones desvanecidas. Tiempos en las que viejas fotografías aparecen presentes para el artista y el espectador, uniéndose en un futuro catastrófico.

Para Genovés, la destrucción de la humanidad por parte de la naturaleza va de la mano de un cambio de época: de la analógica a la digital. “No solo estamos ante un cambio climático, estamos ante un cambio de era. Cambia el paisaje, y cambian los tiempos”, asegura el autor. “Vivimos en la era de la fragmentación y sobreinformación. Estamos destinados a una muerte por sobredosis”, aclara el fotógrafo.
Aunque un poco pesimista según el autor, esta obra, si tiene algo de luz, es la fotografía final titulada como “Sol”, en dónde después de finalizar la exposición siendo partícipes de la devastación y final inundación de la humanidad, deja una ventana abierta a la esperanza.