“No hay ningún cambio con respecto a ayer y cabe esperar que no lo haya en cuanto a la gestión del patrimonio”. Desde Novagalicia Banco, están a la espera de que Banesco trace sus líneas de futuro sobre unos fondos artísticos que descansan en el polígono de Pocomaco y que ascienden a mil obras que fue adquiriendo la entidad financiera desde hace años. La operación que se materializaba hace dos días no afectará en cambio al arte que respira en las fundaciones Novacaixagalicia.
Y es que el traspaso de caja a banco supuso una división de los bienes, de forma que el patrimonio que compró tanto Caixa Galicia como Caixanova desde la parte financiera es el que ahora pasa a mano de los venezolanos. Sin embargo, las piezas compradas desde el apartado social están a salvo en las fundaciones, tuteladas por la Xunta, y que a términos efectivos no dejan de ser depositarias de la responsabilidad social del banco, según fuentes de Novacaixagalicia.
Esto se traduce en que existen convenios firmados entre los dos cuerpos con idéntico origen que penden de un hilo tales como los que aporta Novagalicia Banco al centro de mayores o los acuerdos que permiten organizar exposiciones. En esta repartición de activos, los edificios también se fueron distribuyendo según con qué fuente de ingresos se adquierieron. En este sentido, existen cuadros y esculturas del banco que permanecen colgadas de las paredes de centros de Novacaixagalicia y al revés.
En definitiva, hay una vinculación muy fuerte entre la obra social y el banco absorbido. Es así como la compra revertirá en la agrupación de todo este patrimonio en manos de sus verdaderos dueños, esto es, Banesco.
Aunque la dirección venezolana realizaba una primera declaración de intenciones donde aseguraba que iba a atender a la obra social, los acuerdos de banco y fundación son ahora mismo una incógnita. Esta situación no impedirá, según fuentes de Novacaixagalica, su continuidad ya que en la actualidad su actividad responde a un plan comercial, en el que generan ingresos con el alquiler de las salas, la recaudación de eventos y patrocinadores. Precisamente, la fundación presentaba ayer un presupuesto de 31 millones para 2014 donde dependientes y mayores serán su prioridad. Sin la ayuda del banco, sería más complicado sobrevivir. Por eso, es fundamental que Novacaixagalicia sea depositaria del esfuerzo social que realice el banco a partir de ahora.
La pérdida de la denominación de origen gallega hace que más de mil obras que permanecen guardadas en el búnker que Caixa Galicia levantaba en 2003 en la ciudad estén en el aire. Entre ellas, se encuentran murales, pinturas, fotografías, esculturas y dibujos, cuyos autores son en buena parte gallegos. El conjunto, que da buena cuenta del siglo XX a nivel artístico, está declarado Bien de Interés Cultural por la Xunta. n