Hace ya casi un año que concluyeron los trabajos de ampliación –en su primera fase– del CEIP Sada y sus Contornos y la demanda de una cubierta para el patio con el objetivo de poder impartir allí las clases de Educación Física continúa intacta.
Durante los primeros meses de este año no se produjo ningún movimiento en este sentido, ya que además el período preelectoral restó atención a este centro situado en el casco urbano, el único de Infantil y Primaria en el principal núcleo de población del municipio sadense.
Pero una vez pasada la cita con las urnas y con el cambio que estas trajeron al Gobierno local, empezaron a registrarse los primeros actos a este respecto.
Así, hace ya varias semanas, el Ayuntamiento anunció que ejecutaría con fondos propios la cubierta de ese patio, toda vez que había llegado a un acuerdo con la Consellería de Educación –a través de su jefe territorial, Indalecio Cabana–, para que el consistorio se hiciera cargo de esos trabajos a cambio de ciertas ayudas de la Xunta para diversos aspectos educativos en diferentes centros del término municipal sadense.
Ese compromiso contraido por ambas administraciones ha hecho que el Ayuntamiento, por su parte, comience a trabajar en llevar a cabo su parte del trato.
Un trato acordado con el Ejecutivo autonómico, sí, pero por extensión también con la comunidad educativa del Sada y sus Contornos.
Por ello, desde la Concejalía de Educación ya se han cubierto los primeros trámites para realizar la redacción del proyecto y poder de este modo cubrir el patio.
época de lluvias
Actualmente, con ese espacio descubierto –y a la espera de que se pueda construir un pabellón una vez que se apruebe el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM)–, no es viable impartir las clases de Educación Física durante un gran número de días, especialmente en invierno, por la lluvia.
Una vez que se tenga terminada esa redacción, se podrá valorar exactamente el tiempo que se empleará en llevar a cabo las obras y el importe de las mismas, aunque en este último caso el departamento dirigido por Raquel Bolaño ya maneja una información aproximada.
En lo que se refiere a cuál sería el mejor momento para realizar los trabajos, lo más cómodo sería ejecutarlos durante un período no lectivo, aunque cuadrar las fechas podría resultar complicado.
Lo más fácil sería en Navidad, pero el tiempo se echa encima y tras la redacción del proyecto habría que adjudicarlo, lo que podría demorar el comienzo.
Lo que no quiere la Concejalía de Educación es esperar hasta el verano, ya que la idea inicial es que se pueda disfrutar en el presente curso académico.
Por ello, el consistorio maneja la idea de compaginar las obras, que no deberían durar mucho en su ejecución, con las clases, aunque este punto solo sería si hay un consenso con el centro y con los padres.