Como es habitual en el mes de agosto, parece que nada se mueve, excepto quizá el coronavirus, que continúa desagradablemente activo. Sin embargo, pronto habrá novedades en lo que se refiere a la circulación: el Ayuntamiento está preparando el texto de la primera Ordenanza de Movilidad de su historia y el próximo mes, lo sometería a escrutinio público. Una vez incluidas las sugerencias y reclamaciones, el borrador final se redactaría a lo largo de este año y se votaría su entrada en vigor a principios del año que viene.
En el último pleno de la Mesa de Movilidad, órgano en el que se agrupan 24 entidades, y que se celebró a principios de julio, se acordó dar el paso de aprobar la Ordenanza General de Movilidad Sostenible. Por increíble que parezca, será el primer documento de este tipo que tenga la ciudad. Existe una gran cantidad de ordenanzas municipales que regulan aspectos de la movilidad urbana, por supuesto: de la ORA, de Transporte, de Circulación...
Esto causa pequeños desajustes entre un texto y otro que dificultan los procedimientos, sin contar la normativa que se adaptará a la estatal. Además, en el siglo XXI triunfa un nuevo tipo de movilidad que hace énfasis en la palabra “sostenible”: aceras más anchas, rebajar el límite de velocidad a 30 kilómetros por hora, incentivar el transporte público y las bicicletas (o los patinetes), etc. Son muchos cambios que se han producido y que se deben a recoger ahora. En materia de transportes, por ejemplo, será necesario incluir la regulación de vehículos pesados, puesto que la distribución de las mercancías ha cambiado mucho en los últimos años.
Borrador a finales de año
Así que los planes de la Concejalía de Movilidad, de la que es responsable Juan Díaz Villoslada, es que en septiembre se lance la consulta previa (un paso obligatorio) para informar a la ciudadanía de que se va a elaborar el proyecto, en el que se incorporará el trabajo realizado en la Mesa de Movilidad. Si todo sale como está previsto, estará listo antes de final de año y se debatirá en 2021.
Eso no significa que no se vayan a producir cambios antes de esa fecha. En mayo, el pleno aprobó la orden para limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima de circulación de vehículos por las vías urbanas, salvo algunas excepciones. Sin embargo, a día de hoy este cambio tan solo es aplicable en algunos barrios, que ya habían visto reducido su límite de velocidad hacía años, en algunos casos. Fuentes municipales señalan que esperan la publicación del nuevo reglamento de la DGT que podría estar listo para septiembre.