Ninguno de los informes emitidos por los peritos, los Bomberos o la Policía Científica han logrado determinar dónde se inició el fuego que en mayo de 2009 destruyó el polígono industrial de La Artística, en Meicende. Así queda reflejado en la sentencia de la jueza encargada del procedimiento civil que se derivó de los cuantiosos desperfectos causados por el fuego, que en seis horas arrasó con 14 de las 18 naves industriales, después de que el juzgado instructor cerrase la causa penal por no hallar un autor conocido.

La resolución tampoco aclara ahora de quién es la responsabilidad del suceso, pero sí determina dónde no se originaron las llamas: precisamente, en el punto al que señalaban varios de los estudios periciales, entre ellos el de la Policía Científica, un vehículo aparcado en el interior de una nave arrendada a la empresa López Quinteiro SL, donde se almacenaba material para parques infantiles.

Tras el estudio de las múltiples versiones llevadas al juicio, la magistrada de primera instancia resuelve: “Es un hecho cierto (...) que el origen del incendio no se encuentra en la nave 19F pero tampoco se sabe dónde. Pura y simplemente, se desconoce. La conclusión es que se trata de un incendio de origen desconocido”.

"demoledoras"

Para llegar a esta consideración la juzgadora se apoya de forma fundamental en las declaraciones del cuerpo de emergencias que llegó en primer lugar al incendio, los Bomberos de Arteixo –cuya opinión considera “sin duda, relevante”–, y que negaron que en la nave donde se suponía que se encontraba el foco hubiera en un primer momento llamas, que sí se veían en otros puntos del polígono. En la misma línea, se ampara en otras pruebas periciales “demoledoras”, contrarias a la tesis de la Policía.

De hecho, el dictamen descarta las conclusiones del informe policial, del que dice que se asienta en “premisas falsas”: “Los informes (...) al partir como premisa de una versión irreal de lo que se encontraron los bomberos (de Arteixo) contaminaron su estudio. Y esa es la situación. Si se hubiese tomado declaración a los bomberos en un primer momento de forma detallada, y analizado todo el polígono, el estudio hubiese sido completo, pormenorizado”. Y censura: “La práctica ha demostrado que esos informes carecen de rigor y que sus premisas de estudio no son reales, por lo que sus conclusiones lógicamente han de ponerse en entredicho”.

En cuanto a otras hipótesis acerca del origen del fuego, la magistrada baraja unas obras que se llevaban a cabo en las cubiertas de las naves, y que contaban con cables eléctricos, alguno de los turismos o maquinaria que quedaron calcinados u otras tres naves, a la vista de las imágenes de la cámara de seguridad de Repsol. No obstante, califica todas ellas como “teorías no demostradas”.