Una semana completa lleva la depuradora dando motivos para ser actualidad. Todo empezó el pasado viernes 12, cuando desde primera hora de la mañana el mal olor inundó el centro del municipio, especialmente la zona del puerto. Y, desde entonces, todas las actuaciones han ido encaminadas a la búsqueda de soluciones, por un lado, y a tomar medidas para que no se vuelva a producir algo similar por el otro.
Una semana después de que todo comenzara, cuando se ordenó incluso la instalación de diferentes detectores de olor para prevenir estos incómodos casos, vuelve a perturbarse la paz en el municipio.
En esta ocasión fue un camión el que, tras recoger por la mañana unos lodos en la depuradora, fue vertiendo el líquido por la carretera en su camino en dirección al ayuntamiento vecino de Bergondo.
Este vehículo de transporte de lodos dejó, en palabras del gobierno local, “un intenso mal olor” desde primera hora.
Fue a las 08.10 cuando dos agentes de la Policía Local que se encontraban de servicio observaron, en la avenida del Puerto, cerca de la dársena, unas manchas de color oscuro esparcidas por el carril de circulación en dirección al centro urbano.
Los policías siguieron el rastro de estas manchas, que les llevó hasta Gandarío, lugar en el que detectaron e interceptaron a un camión en el margen izquierdo de la bajada a la playa.
El Ayuntamiento informó de que este vehículo –así como su conductor, la empresa propietaria y el cliente– fue identificado con el fin de que se tramite la denuncia correspondiente por la presunta infracción de la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente.

sustancia semilíquida
Se trata, añadió el consistorio, de un camión con remolque consistente en una bañera –que se usa habitualmente para el transporte de áridos–, de la que fueron cayendo en el citado trayecto restos de la materia que llevaba en el interior, “una sustancia orgánica semilíquida que desprendía un fuerte olor”.
En su primera declaración ante los agentes, el conductor del vehículo interceptado señaló que el recorrido se había iniciado en la depuradora sadense y que la carga consistía en lodos que ya habían pasado el proceso de filtrado. No obstante, el gobierno local indicó que el propio conductor reconoció que la carga era “demasiado líquida” y que el remolque del camión había sufrido “un fallo en el sistema de obstruir la salida de cargamento” y que consistía, dijeron, en la aplicación de una espuma de poliuretano sobre las zonas abiertas de la bañera. Sobre las 08.40 horas se personó también en Gandarío la Guardia Civil de Trafico.
Además, durante el tiempo que duró la intervención de los agentes, la centralita de la Policía Local recibió varias llamadas de ciudadanos advirtiendo del mal olor, así como del peligro que suponía para el tráfico rodado la existencia de estos restos de lodos.