El autor confeso del degollamiento de la joven Iria García Bouza, ocurrida el 25 de junio de 2012 en Xuvia, fue trasladado ayer desde la prisión al Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol para una comparecencia en la que la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por los padres y el hermano de la fallecida –están representados por el abogado coruñés Pablo Freire–, formularon sus imputaciones.
Así, ambas acusaciones responsabilizan a Óscar Ferreño Fraga de un supuesto delito de asesinato y otro de quebrantamiento de medida cautelar, por incumplir la orden de alejamiento que le fue impuesta tres días antes por el Juzgado de Violencia de Género.
El instructor Carlos Suárez-Mira ya inició la tramitación del procedimiento por la Ley del Jurado, por lo que la causa será dirimida por el tribunal del Jurado. La comparecencia de ayer formaba parte de esos trámites y tenía por objeto que las partes concretasen las imputaciones.
Según la Fiscalía, el día de autos, sobre las 15.30 horas, Ferreño se ocultó entre unos matorrales de un solar situado en la calle San Roque, en Xuvia, a la espera de que llegase Iria, con la que había mantenido una relación sentimental durante un año, que se rompió en diciembre de 2010. El imputado tenía desde tres días antes una medida que le prohibía acercarse a menos de 200 metros de ella.
Supuestamente, al detectar la presencia de Iria en ese solar, situado al lado de la casa de la joven, de forma sorpresiva, Ferreño se abalanzó por detrás de ella y valiéndose de un objeto cortante extremadamente filoso le causó diferentes heridas.
En concreto, y según se concluye en el informe forense, la degolló literalmente, seccionándole completamente la tráquea entre el primer y el segundo anillo, así como la vena yugular izquierda, la arteria carótida izquierda y los dos músculos trapecios, lesiones que resultaron totalmente incompatibles con la vida y causaron la muerte de Iria.
En el acto de ayer, el fiscal también solicitó la práctica de nuevas diligencias, consistentes en el testimonio del auto del Juzgado de Violencia de Género por el que se acordó la medida de alejamiento y de que se le notificó personalmente a Óscar Ferreño, y la certificación de la secretaria judicial de que dicha me0dida estaba en vigor el día de autos.
Interesó testimonio, asimismo, de la sentencia dictada en veinte días después de la muerte de Iria por el Juzgado de lo Penal 2 por la que se condenó al ahora imputado a la pena de cinco años y 16 días de prisión como autor de dos delitos de allanamiento de morada, otros dos de amenazas graves y un quinto de maltrato sobre la mujer.
La defensa, por su parte, calificó los hechos como un delito de homicidio.