La cuenta general y la reforma electoral marcan el debate del primer pleno del curso

La cuenta general y la reforma electoral marcan el debate del primer pleno del curso
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Los miembros de la corporación municipal se presentaron al primer pleno del nuevo curso político con ganas de debate. Aunque sin la intensidad de otras ocasiones, los grupos no dudaron en cruzar acusaciones y reproches prácticamente desde el inicio de la sesión. Los principales temas de controversia fueron la Cuenta General de 2013 y la propuesta de reforma de la ley electoral. En ambos casos, salieron adelante con la aprobación en solitario del PP.
En una de las exposiciones más largas que se recuerdan –de más de treinta minutos–, el concejal de Economía y Hacienda, Roberto Coira, desgranó la Cuenta que, consideró, certifica la apuesta del actual gobierno por una “gestión más ágil, transparente y accesible”.
“Hemos logrado tener más presupuesto congelando los impuestos municipales y hemos logrado cifras de cumplimiento del presupuesto jamás alcanzadas en este Ayuntamiento”, explicó el concejal, que ofreció un rosario de datos y porcentajes para ilustrar la “senda correcta” por la que camina la gestión municipal.
Entre las cifras más destacadas, los “récords históricos en el grado de ejecución del presupuesto (85%) y de las inversiones (65%)”, el ahorro de 10 millones a los coruñeses con la congelación de las tasas, la rebaja del nivel de endeudamiento, pasando del 38,65% en 2010 al 36,36% a 31 de diciembre de 2013 –que implica que la deuda actual es de 319 euros por habitante– y los 1.362 usuarios del servicio de ayuda a domicilio.

empleo y turismo
También con números respondieron desde la oposición. El primero en abrir fuego, el portavoz de Esquerda Unida, César Santiso, aseguró que el 40% de la deuda municipal la ha contraído el PP en estos tres años de gobierno y que se han recortado en un 25% los servicios sociales con respecto al mandato del bipartito.
En una intervención en la que lamentó la reducción de la inversión en cultura o promoción del deporte, Santiso contrapuso la necesidad de fomentar el tejido productivo con el gasto “obsceno” en festejos y obras. Así, indicó que desde que los populares están al frente de la Alcaldía hay menos trabajadores en la ciudad  y criticó la falta de iniciativas de contratación, como, por ejemplo, los talleres de empleo por lo que su formación ha abogado en repetidas ocasiones. Lamentó a continuación el hecho, a su juicio, de que “o Concello fía o futuro da cidade ao turismo, cando é a que máis destina e a que menos retorno recibe”.
Xosé Manuel Carril, portavoz del BNG, comenzó aclarando que la base de su argumentación era la propia Cuenta General para apuntar que se dejaron sin ejecutar varias partidas importantes para el bienestar de los coruñeses, relativas al comercio, la formación para el empleo y la asistencia social.
Rebatió además los anuncios del concejal de Hacienda indicando que, según reconocía el propio Ayuntamiento en la Cuenta, el aumento de la presión fiscal fue de un 11% y el de la deuda vida, de un 4%.

récords
La portavoz socialista, Mar Barcón, utilizó la expresión empleada por Coira, “récord”, como hilo conductor de su crítica.
Habló del récord de deuda vida, del de la subida de impuestos (38,3%), del de las facturas sin pagar, del de las partidas para emergencia que han quedado sin ejecutar (200.000 euros), del de la caída de la inversión real (13%) y del “récord del mundo en fiestas”, al respecto del que indicó que el actual gobierno local ha invertido 684 euros en festejos cada hora. Destacó por último los 53 millones en préstamos acumulados en tres años por el Ayuntamiento.
En el turno de réplica, el teniente de alcalde y portavoz municipal, Julio Flores, insistió en las cifras aportadas por su compañero de gobierno, antes de recordar a la oposición que el actual equipo ha reducido en “coches oficiales, canapés y seguros médicos privados”.

“miedo a la democracia”
El segundo debate, menos intenso que el anterior, llegó con la presentación por parte de todos los grupos de mociones relativas a la intención del Gobierno central de reformar la ley electoral para que el alcalde sea el cabeza de lista de la candidatura más votada.
El PP tumbó las tres iniciativas en contra de la reforma llevadas al pleno por la oposición y aprobó en solitario su apoyo al Gobierno en esta cuestión.
El concejal Miguel Lorenzo argumentó que “hay miedo a la democracia” y consideró una “trampa que los que pierden se unan contra el que gana”.
Barcón, cuyo grupo se abstuvo en la votación de las mociones de los otros grupos de la oposición, ejemplificó en Santiago la tesis de que los “no son más estables los gobiernos que tienen mayoría” y apostó por un gran consenso para llevar a cabo una reforma electoral.
EU lamentó que al bipartidismo no le interese una reforma que haga el sistema electoral más equitativo y proporcional, mientas que el BNG calificó la pretensión del Gobierno central como un “microgolpe de Estado”. n

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