La Concejalía de Educación, Deportes y Juventud pondrá en marcha a partir del próximo 10 de abril “Educa Saúde”, un programa que pretende fomentar hábitos saludables entre escolares de hasta 12 años. El responsable del área, Francisco Mourelo, destacó el carácter “pionero” de la iniciativa y confirmó que se incluye dentro del plan global contra el botellón anunciado por el gobierno municipal hace dos semanas.
Entre los principales objetivos del nuevo programa destaca la puesta en marcha de actividades que promuevan “estilos de vida saludables” entre los niños y jóvenes. Mourelo explicó que el programa va destinado, tanto a los menores como a sus familias, por lo que se desarrollará durante el horario lectivo y por las tardes. “Los profesionales que trabajen con los niños también lo harán con los padres”, apuntó el edil, quien confirmó que la primera edición se llevará a cabo en los centros educativos de Monte Alto y contará con la participación de 1.134 estudiantes.
EU insiste en la habilitación de espacios donde los jóvenes puedan reunirse sin molestar
Un equipo multidisciplinar formado por pediatras, matronas, psicólogos, una enfermera y un educador social se encargará de abordar temas como la alimentación, la actividad física, el sueño, la higiene, la prevención de enfermedades, el cuidado del mobiliario urbano y el tiempo libre, entre otros. En este caso, el Ayuntamiento ha contado con la colaboración de la Fundación María José Jove, con la que ha firmado un convenio de 76.000 euros en los que se incluye tanto este programa como otras iniciativas que, según el concejal de Educación, “todavía están por determinar”.
Mourelo subrayó que este nuevo proyecto pretende convertirse “en un foro y un espacio de reflexión donde hijos y padres puedan expresar sus preocupaciones o plantear dudas y soluciones”. El edil reiteró que el fomento de hábitos saludables pretende prevenir sobre prácticas dañinas como el consumo de alcohol, sobre todo en los alumnos de 12 años, que son “adolescentes en potencia”.
No obstante, el concejal rehusó adelantar más datos del futuro plan antibotellón o entrar en valoraciones sobre el informe del Valedor do Pobo en el que se recomienda que el Ayuntamiento de A Coruña actúe con mayor contundencia contra el botellón.
Buscando pactos > Quien sí hizo referencia al tema fue la portavoz municipal del PSOE, Mar Barcón, que consideró que el informe del Valedor do Pobo confirma “la dejadez y pasividad” del gobierno municipal ante el problema del botellón durante los últimos meses. La edil socialista señaló que Carlos Negreira no ha hecho “nada” para tener controlada la situación y ha abandonado las políticas iniciadas por la anterior ejecutiva. Por ello, conminó al alcalde a poner una solución “cuanto antes” y establecer una comisión similar al Pacto Cívico con los vecinos, los partidos políticos y los propios jóvenes.
“Yo creo que hay muchas posibilidades de llegar a acuerdos como se hizo en el anterior mandato”, insistió Barcón. “Nos gustaría que el alcalde dejara de esperar a que llueva para que el problema se solvente solo”, apostilló.
Barcón también aseguró que el fenómeno del botellón sigue siendo especialmente grave en los jardines de Méndez Núñez, pero que también se ha extendido a otras áreas de la ciudad: “Si nosotros nos encontrásemos con un problema puntual no diríamos nada, porque no sería justo con el gobierno local, pero ahora se hace botellón en cualquier sitio”.
La portavoz socialista recomendó a Negreira que aplique la ley aprobada en el Parlamento gallego – “que él mismo votó”– y llegue a un acuerdo “para recuperar la situación” que había conseguido el bipartito.
“Botellódromos” > Otro de los partidos de la oposición, Esquerda Unida, también apuesta por el consenso para analizar el fenómeno del botellón “dende unha perspectiva global”. El portavoz municipal de EU, César Santiso, considera que el informe del Valedor do Pobo es “contundente” pero que apunta “só algúns aspectos da problemática”. “O Concello ten a obriga de desenvolver os mecanismos necesarios para conciliar o dereito de reunión da mocidade co dereito ao descanso da veciñanza”, advirtió Santiso.
Para ello, Esquerda Unida propone la habilitación de “botellódromos” para que los jóvenes puedan reunirse sin molestar, condicionando su existencia a una “correcta autoxestión pola propia mocidade”. Al mismo tiempo, pide que estos espacios fomenten actividades alternativas desarrolladas por ONG especializadas que vayan encaminadas a reducir el consumo del alcohol entre la juventud.
En ese sentido, Santiso descarta totalmente la idea de prohibir el botellón, pues cree que lo que se conseguirá con ello es un “efecto rebote” y que los jóvenes harán más botellón “en base ao seu innato espíritu de rebeldía”. “Non podemos agachar o problema do botellón sen pretender resolver o drama do alcoholismo xuvenil, que está a desangrar a nosa mocidade”, sentenció.