El Ayuntamiento ha decidido que las palmeras de los jardines de Méndez Núñez comiencen el año con una buena poda, que los libre de todas las hojas que hayan quedado dañadas por los últimos temporales. No hay que olvidar que el servicio de mantenimiento de parques y jardines ya tuvo que retirar las palmas que habían caído por efecto de los fuertes vientos de las borrascas Fabien y Elsa. Así que, ayer, los operarios trabajaron a ocho metros del suelo para retirar una buena cantidad de palmas, aligerando así los 71 ejemplares de algo de su carga para que puedan afrontar los temporales por venir.
Y, de paso, comprobaron el estado de las palmeras, que resultó ser bueno, porque no presentaban ninguna afectación, ya sea por hongos o por cualquier otra clase de parásitos. Esto es especialmente importante porque existe una especie invasora, un escarabajo conocido como el picudo rojo, que está acabando con todas las palmeras de Galicia. En septiembre, se descubrió que una de las palmeras de los jardines de Méndez Núñez ya estaba afectada por este escarabajo. Se trataba de uno de los ejemplares que están ubicados frente al edificio la Terraza, que se pudo salvar por haberse descubierto a tiempo.
Después de aquello, se optó por proteger el resto de las plantas con un insecticida sistémico. Este penetra hasta los tejidos de las palmeras y a través de ellos se distribuye por todas sus partes convirtiéndolas en venenosas para la plaga. Y parece que el tratamiento ha tenido éxito.
Más de cien años
Hay que recordar que el picudo rojo no está muy activo en esta época del año pero durante los meses de más calor se ha mostrado extraordinariamente activo en los últimos años. Los 71 ejemplares del palmeral de Méndez Núñez son de los más antiguos de Galicia. Tienen más de cien años y los expertos señalan que pueden alcanzar otro centenar de años por lo menos ya que se trata de especies de gran longevidad en condiciones adecuadas de momento, de los pocos de la comunidad que se libran de los efectos del escarabajo rojo que ha devorado, entre otras, las palmeras de la costa de Pontevedra.
En A Coruña, la alerta por el picudo rojo saltó en 2018. El anterior Gobierno local preparó un plan de choque contra este insecto, instalando detectores de sonido que envían datos de manera periódica y alertan a los técnicos si se detecta el picudo cavando túneles. El sistema se colocó en las palmeras de la Rosaleda y de la Ciudad Vieja además de en Méndez Núñez.