La Fiscalía de Roma decidió incluir al exrector de la basílica de San Apolinar, donde estuvo sepultado el mafioso Enrico De Pedis, en la lista de investigados por la desaparición de la joven Emmanuela Orlandi ocurrida hace 29 años en la capital italiana, informan hoy los medios italianos.
Piero Vergari, de 75 años, que fue máximo responsable de la basílica de San Apolinar cuando ocurrieron los hechos, se convierte en la quinta persona investigada por la desaparición de Orlandi, ciudadana vaticana y que tenía 15 años cuando se perdió su rastro.
La policía se ha incautado del ordenador personal del prelado, refirieron fuentes de la investigación.
La inclusión en la lista de indagados de Vergari se produce en la misma semana en que se procedió a la exhumación de los restos del jefe de la banda de la Magliana Enrico "Renatino" De Pedis, de la basílica de San Apolinar, ordenada por la Fiscalía de Roma.
De Pedis murió en un ajuste de cuentas en 1990, y fue enterrado, tras un breve paso por el cementerio del Verano, en San Apolinar, gracias a sus aportaciones económicas a la basílica y a la mediación de Vergari, con quien mantenía una estrecha relación, reconocida por el propio prelado.
El pasado lunes, la Fiscalía procedió a la apertura de la tumba del mafioso y constató gracias a las pruebas científicas la identidad de los restos de De Pedis, y se zanjaron varias de las especulaciones que circularon durante años sobre el paradero del cuerpo de la muchacha.
Además de los de De Pedis, se hallaron otros 200 restos humanos que serán investigados por los expertos científicos en breve.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, consideró la apertura de la tumba, en un nicho adyacente al territorio de la basílica, como un "hecho positivo".
El enterramiento de De Pedis en San Apolinar desató una oleada de críticas al Vaticano y al Vicariato de Roma, acusados de favorecer a un mafioso, además de a un personaje al que su examante acusó de ser el secuestrador de Emanuela Orlandi.
Orlandi, de 15 años, hija de un empleado del Vaticano, desapareció el 22 de junio de 1983 cuando se dirigía a la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma.
El hermano de la víctima, Pietro, rompió su silencio de años para reconocer que la directora de la escuela de música de San Apolinar no quería que sus alumnas "entrasen en contacto" con monseñor Vergari.
La desaparición fue relacionada -sin nunca probarlo- con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca, y detrás de la misma según los investigadores se encuentra la banda mafiosa de la Magliana, de Roma.