La detención de Óscar Ferreño, el autor confeso de la muerte por degollamiento de Iria García Bouza, en los calabozos de la Comisaría de Policía de Ferrol-Narón se prorrogó ayer 24 horas más para completar las diligencias con la declaración de varios testigos y con la pretensión, fallida, de localizar el arma del crimen. De ahí que el traslado del detenido y su puesta a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 3 y también de Violencia de Género se hubiese aplazado hasta hoy.

Óscar Ferreño pasa
a disposición del
juez de Violencia de Género esta mañana

En torno al arresto se conocieron ayer nuevos datos –la causa está bajo secreto de sumario–. Así, se ha podido saber que fue Ferreño el que, tras haberse escondido durante toda la tarde del día del crimen, llamó a la Policía poco después de la una de la madrugada para entregarse. Los agentes se encontraban cerca de su casa, de la que ya se habían retirado una moto y dos coches, y procedieron a su detención.

En el interrogatorio reconoció su autoría, pero manifestó que no creía que las lesiones que le produjo a Iria pudieran llegar a causarle la muerte.

Cabe señalar que la víctima tenía un profundo corte en el cuello y que, según un vecino que trató de socorrerla, a los pocos minutos dejó de respirar.

Ferreño también indicó que la navaja con la que degolló a su exnovia la había arrojado al río Xuvia, a escasos metros del escenario del crimen. Buzos de la Armada rastrearon durante la tarde del martes el cauce fluvial, sin resultado positivo.

próximo juicio

El Juzgado de lo Penal 2 de Ferrol tiene fijado para el próximo miércoles, día 4, un juicio rápido con Óscar Ferreño como acusado por dos supuestos delitos de allanamiento de morada y otros tres de amenazas.

Se trata de la causa derivada de la denuncia interpuesta por Iria la semana anterior a su muerte y por la que, tras ser puesto a disposición judicial, el autor confeso del crimen quedó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento.

Los delitos que se imputan a Ferreño ocurrieron, supuestamente, a raíz de que la joven hubiese decidido romper la relación sentimental que mantenían, en diciembre de 2010.

Tal y como adelantó ayer este diario, supuestamente, el acusado entró en dos ocasiones en la casa de su exnovia sin consentimiento de ella y también la amenazó de muerte al menos tres veces –una a principios de este mes y otra a mediados–, llegando a colocarle una navaja en el cuello de la joven.

Por todo ello, el fiscal solicita que se le impongan penas de 4 años y 5 meses de prisión.

Los parlamentarios gallegos, con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza, también protagonizaron un minuto de silencio en Compostela.