Lección de cómo jugarle al Fabril

Lección de cómo jugarle al Fabril
Iago Blanco, presionado por Lucas y Borja Galán, fue el autor del primer gol del Bergantiños quintana



Todas las facilidades que encontró el Fabril el pasado domingo ante el Compostela (5-1) se convirtieron en dificultades ayer ante un Bergantiños que dio una lección de cómo jugarle al filial.
Superior. El Bergantiños fue superior al Fabril en la primera parte. Superior en defensa y superior en ataque. Óscar Pinchi, el crack de la primera jornada en Tercera, autor de cinco goles contra el Compostela, no provocó ni un ‘uy’ en los primeros cuarenta y cinco minutos. Queijeiro y, sobre todo, Edu estuvieron imprecisos en el control y en el pase. Hugo Rama no apareció, Carreón no creó peligro y Borja Galán volvió a ser el más incisivo. Suya fue la única ocasión clara del Fabril: disparo desde el perfil izquierdo salió fuera por el palo largo.
El Bergantiños jugó cómodo desde atrás y no tardaba en meter el balón en campo contrario para que corriesen Iago Blanco, muy activo en los primeros minutos, y Álex Pérez, profundo en el tramo final del primer acto. Jorge Sáez y Granada se bastaron para gestionar la zona medular, terreno que no supo gobernar el Fabril pese a la teórica superioridad numérica (tres contra dos). A nivel defensivo, el equipo de Miguel Figueira juntó sus líneas (4-4-2) de tal manera que su entramado defensivo se volvió tan hermético que no permitió al Fabril encontrar pases interiores. Una falta cerca de la frontal ejecutada por Álex Pérez que salió cerca del marco y una petición de penalti sobre Rodri Alonso fueron los acercamientos más peligrosos del cuadro carballés.
Si contra el Compostela, el Fabril dio un paso al frente en el segundo acto para maniatar a su rival, ayer no sucedió. El Bergantiños no varió el plan. Juntó líneas en defensa, provocó que cada ataque blanquiazul se volviese espeso y encontró la fórmula para aprovechar los espacios que le concedía el Fabril. ¿Cómo? Con mucho criterio, buenas ideas y solidaridad de todos su futbolistas. Granada abarcó campo y campo y, con un buen nivel, le acompañó Jorge Sáez en el doble pivote.
Iago Blanco, que empezó el choque en la banda derecha, no tardó en permutar con Álex Pérez y, desde la izquierda, en el minuto 55, aprovechó un despiste en la marca de Quique Fornos para, desde el lateral del área, soltar un derechazo que se coló por el primer palo sin que Anxo pudiese hacer nada por evitar el 0-1.
La lesión de Edu al final del primer tiempo hizo que Cristóbal moviese el banquillo. El primero en entrar fue Borja Domingo, desplazando a Pinchi a la banda derecha y a Hugo Rama al mediocentro para que el recién incorporado ocupase la posición de delantero centro. Nada más arrancar el segundo acto, el míster del Fabril retiró a Hugo Rama, que no tuvo su día, para dar entrada a Bamba, que no lo hizo mucho mejor.
Una acción individual de Pinchi por la banda derecha (min.61) en la que dejó atrás a Aarón le sirvió para, tras ganar la línea de fondo, dar un pase de la muerte que Carreón, con un remate forzado desde el borde del área pequeña, convirtió en el 1-1.

sin reacción
Lejos de que el empate funcionase como una inyección de adrelina para un equipo que estaba incómodo sobre el campo, el partido siguió con el mismo guión. El Bergantiños se refrescó con Toni en el mediocentro, Nano en la banda izquierda y Josito en el lateral izquierdo y Nacho, solo en punta de ataque, se convirtió, junto a Granada, en una pieza que desahogaba continuamente el juego de ataque del conjunto de Miguel Figueira.
Entre cambio y cambio, Jorge sacó un córner desde la derecha colocando el cuero en la frente de Borja, que remató al fondo de las mallas (1-2) desde el área pequeña. La única señal de vida del Fabril, una acción a balón parado: falta lateral botada por Queijeiro y remate con el pie de Monsalve al larguero. Todo lo demás no tuvo efecto ante un Bergan que dio una lección de cómo jugarle al Fabril.

Lección de cómo jugarle al Fabril

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