Los vecinos del Barrio de las Flores ya pueden respirar más tranquilos debido a que el Ayuntamiento ha encontrado una solución para la plaga de orugas asiáticas que se instaló, hace unos meses, en los setos. Aunque esta sea eliminarlos.
De color verde y franjas negras, estas orugas, también llamadas “papabuxos”, se afincaron en el barrio herculino dejando a los setos secos, pasando de un verde gallego a un marrón “sin vida”.
En la cuenta de Twitter del distrito denunciaron que en el nombre del propio barrio se indica que “las flores” son lo más preciado que tienen, por lo que comenzaron una campaña llamada “Barrio sen Flores”.
Al mismo tiempo, desde la plataforma vecinal, aseguran que tras un escrito y varias llamadas, el Ayuntamiento instaló en los sitios afectados, que se encuentran por diversas zonas, un cartel informativo donde dice lo siguiente: “As esixencias do R.D. 1113/2012 na aplicación de produtos fitosanitarios en Parques e Xardíns Públicos, destinadas a protexer a saúde das persoas e ao medio ambiente, impiden a aplicación de tratamentos eficaces contra a praga”. A su vez, la solución que da el Consistorio, tras barajar varias opciones, es la de retirar los setos afectados y plantar otras especies en su lugar que no se vean afectadas por dicha plaga. “O nivel de avance da praga, así como a relevancia dos danos causados, fai inviable calquera outro tipo de método de control sobre dita praga. Por tanto, retirarase o seto afectado e repoñerase por especies que non se vexan afectadas pola Cydalima perspectalis”, reza el cartel.
Desde la asociación esperan también que el próximo Gobierno continúe el proyecto anunciado para la conservación del barrio.
Vecinos luchadores
Los habitantes del Barrio de las Flores cuando vieron los estragos de las orugas comenzaron a difundirlo hasta que llegó a oídos de la plataforma vecinal, quienes realizaron el escrito para enviar a María Pita. “Eu non entendo como se pode deixar morrer toda a natureza que hai neste barrio”, comenta un vecino.
Al mismo tiempo, nadie los informó al principio de qué era esa plaga y si podía transferirse a otro tipo de vegetación. “Vimos las orugas y temimos lo peor, pensamos que también afectarían a las palmeras y resto de plantas”, asegura otra residente.
Este tipo de oruga se expande con una velocidad asombrosa y los arbustos de varios lugares de la barriada se vieron afectados. Esta plaga llegó a Alemania en el año 2006 y en el 2014 aterrizó por primera vez en España. Hace unos años se dieron algunos casos en Ourense y Pontevedra, para llegar en la actualidad al conocido barrio herculino. Además, la única especie que le puede hacer frente en Galicia es la velutina. “Es una pena que no se pueda hacer nada por los arbustos, pero si lo mejor es sacarlos y poner otro tipo, bienvenido sea”, comenta una vecina.