La Guardia Civil está realizando batidas específicas en la comarca barbanzana con el objetivo de buscar cualquier pista que pueda conducir al paradero de Diana Quer. El número de agentes que participan en cada uno de esos rastreos que se llevan a cabo en puntos concretos en los que los investigadores ponen sus ojos no es muy numeroso. Se trata de superficies reducidas de terreno que los integrantes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita consideran de interés para avanzar en la resolución del caso, al igual que están haciendo desde el principio con denodados esfuerzos en otras líneas de trabajo de diverso calado en las que se sigue avanzando.
“No hay ninguna duda de que se está poniendo toda la carne en el asador para tratar de resolver el complejo caso de la desaparición de la joven de Pozuelo en el municipio pobrense”, señaló ayer un vecino de dicha localidad, quien fue testigo de la presencia de una pareja de agentes del instituto armado en una zona hacia la que ya señalaron algunas personas como un posible lugar en el que se podría encontrar algo. Pero, ni en esa ni en otras inspecciones sobre el terreno que se desarrollaron se logró algo significativo hasta la fecha, pero no se descarta que se sigan realizando en próximos días.
La labor de los investigadores sigue desarrollándose en otras líneas, entre las que destaca lo que pueda deparar el contenido del iPhone 6 de Diana Quer. De hecho, algún miembro de su familia manifestó que tiene confianza en que pueda deparar algo de interés, al igual que la identificación de los teléfonos móviles que tuvieron un comportamiento similar al de la adolescente madrileña, al engancharse a las mismas antenas repetidoras y que los puedan situar en un mismo entorno de O Barbanza entre las tres menos cuarto y las cuatro y cuarto de la madrugada del pasado 22 de agosto. El padre, Juan Carlos Quer, le envió un mensaje a Alfonso Egea, periodista del programa Espejo Público, en el que agradece el seguimiento informativo del caso para que no caiga en el olvido, y expresó su esperanza de que alguien de un paso adelante y decida acudir a los investigadores para facilitar alguna pista relevante. “No puedo describir el dolor que se siente en esta situación, pero reconforta vuestro trabajo y apoyo”, precisó el progenitor. Por su parte, la madre, Diana López-Pinel, que habló de que su hija mayor tenía ilusión por ser psicóloga infantil por su sensibilidad con los niños, baraja la hipótesis que la desaparición de su hija fuese una acción premeditada en la que participaron varias personas, y reiteró que está fuerte y que la van a encontrar en cualquier momento.