El HM Belén de A Coruña contará a partir de octubre de este mismo año con varias salas y habitaciones para partos de baja intervención, lo que coloquialmente se conoce como “naturales”, una práctica cada vez más generalizada.
El parto de baja intervención tiene una serie de diferencias básicas con el método más generalizado en la actualidad a la hora de dar a luz. “Se fomenta un proceso de parto lo más fisiológico posible, siempre con la mayor seguridad para la madre y el recién nacido”, aseguran varias de las profesionales que se encargarán de organizarlos en el hospital coruñés.
Esto implica que se usarán medios alternativos para alivio del dolor como el uso de la liana, el balón o la bañera”. Sin embargo, nunca se descartará la utilización de anestésicos. “Si la gestante demanda anestesia epidural o analgesia intravenosa se administra, siendo la embarazada la que toma esta decisión”. La diferencia entre las dos formas de dar a luz se refleja perfectamente en el cambio del entorno. Los instrumentos utilizados en este tipo de partos están enfocados a crear un ambiente saludable tanto física como mentalmente. Como aseguran desde el Belén, la inmersión en calor (en este caso en bañera) reduce la percepción de dolor y mejora la tolerancia a las contracciones, además de acortar el tiempo de dilatación y reducir “los desgarros perineales al mejorar la elasticidad”.
“Somos conscientes de que el nacimiento de un hijo es un momento único en la vida y por ello intentaremos satisfacer los deseos y necesidades de nuestras pacientes, para que el parto se desarrolle en el mejor ambiente de bienestar posible”, explica Raquel Ramos Veiguela, supervisora de maternidad y matrona de la Maternidad HM Belén.
Esta alternativa para el parto es solo un punto de vista diferente para el mismo resultado, que es la seguridad y salud tanto de la madre como del recién nacido. “Se pretende ofrecer una atención personalizada, mejorar el confort y favorecer el acompañamiento continuo de la embarazada y del propio bebé”. La premisa es básica. Un estado de relajación frente a una situación estresante como es el parto puede ayudar a hacerlo mucho más llevadero.
Sin embargo hay restricciones para aquellas personas que deseen realizar este proceso. “En cuanto a los requisitos que deben darse para que un parto sea de baja intervención es en primer lugar el deseo de la madre y que el embarazo sea de bajo riesgo”. Esto es, una madre y feto sanos y sin alteraciones placentarias, entre otras condiciones.