Podría ser hasta previsible. Que un derbi se decida en una acción aislada (véase contraataque, jugada a balón parado...) no tiene que coger de sorpresa a nadie. El Cerceda-Órdenes no fue excepción. Decepcionó en una primera parte en la que apenas hubo ocasiones de gol y tuvo más emoción en la segunda. Álex Canedo salió al rescate del equipo local en el 89, al cazar el balón en el área pequeña y fusilar a Mario. Su gol, tres puntos.

Circulación lenta. El balón no quería correr. O no podía. O Roxo no fue el tapete deslizante de otras ocasiones. El juego lo acusó. Bien plantado, el Órdenes impidió que el Cerceda otorgase profundidad a su juego. Peligro, lo que se dice peligro, no hubo en ninguna de las dos áreas. Incursiones aisladas de Álvaro, caídas a banda de Nacho, en el equipo visitante; y disputas de Quique Cubas, en el local; los únicos métodos de poder hacer daño.

Ni siquiera la actitud de los futbolistas, habitualmente más alterada en partidos de rivalidad, provocó que el encuentro se animase. La primera parte resultó ser de lo más tranquila. Pocas alteraciones, excesivo centrocampismo y aburrimiento general. Una mala tarde para ir al fútbol sin compañía. Evidentemente, 0-0 al descanso.

SOSO -
El partido careció
de interés y
emoción en el
primer período

Sin grandes novedades (solo una sustitución en el Órdenes: Marcos por Álvaro) el inicio del segundo período no resultó ser más productivo.

Ni en un contraataque. La sensación era de que el partido estaba para un genialidad desde lejos o una acción a balón parado. Pocos más argumentos. Uno de los especialistas del Cerceda con el cuero estático –Marcos Remeseiro– volvió a sacar el guante a relucir. En esta ocasión no como actor principal.

Botó un córner abierto. El esférico acabó en el borde del área, donde recibió Xaco sorprendente y excesivamente cómodo. Tanto, que pudo acomodarse para golpear con el exterior de la derecha. Su lanzamiento se coló entre la multitud y, pegado al palo, acabó por alojarse en el fondo de las mallas. 1-0. Minuto 52.

El Órdenes necesitaba reaccionar. Un plus. Vitaminas. Jesús Torres probó fortuna desde media distancia. Estuvo a punto de sorprender a un Cristopher que, no sin apuros, desvió el zurdazo a córner.

Precisamente en un saque de esquina, Cea cabeceó a la red. Era el tanto del empate, pero el colegiado invalidó la jugada por falta al portero. El Órdenes, con la miel en los labios.

En otro lanzamiento desde la esquina, Álex Castro encontró rematador. Nacho, el ‘cazagoles’ ordense consiguió fusilar en el segundo palo tras una situación de incertidumbre.

Pero para ejecutar estaba Álex Canedo. Sobre la bocina. Marcos Remeseiro sacó una falta lateral, el balón quedó muerto en el área pequeña y el central del Cerceda, tras controlar, disparó de volea sin piedad. En el 89. Álex Canedo al rescate para conseguir tres puntos más. n