Tras más de dos años desde que AENA comenzó el Plan de Aislamiento Acústico del aeropuerto solo 68 casas están en proceso de insonorización. Eso significa que solo el 3% del plan está en ejecución. Aunque la fecha límite marcada por ley no le obliga a AENA a apurar los pasos, está fijada para el 20 de diciembre de 2020, el proyecto lleva igualmente retraso.
Para estar a tiempo, se debería insonorizar una media de 220 casas al año, por lo que desde que empezó el proceso en diciembre de 2010 ya habría que haber superado los 532 inmuebles aislados acústicamente.
También es cierto que aunque el censo del plan lo forman 1.982 viviendas no todas ellas tendrán que ser insonorizadas. Por un lado, será el propietario el que decida si quiere solicitar esta ayuda, y después habrá que comprobar que cumple con los requisitos. Por ejemplo, que la licencia de obra sea anterior al 4 de octubre de 2010, momento en que se publicó la Declaración de Impacto Ambiental.
Además, también podría haber casas que por su cuenta hayan ejecutado obras de aislamiento y que, por tanto, ahora ya no tengan derecho a solicitar una subvención.
Tras más de dos años solo 68 viviendas están en proceso de insonorización
El Plan de Aislamiento Acústico se encuentra, por tanto, en su primera fase y no será hasta finalizar la misma cuando se inicie la segunda que atañe a viviendas con unos límites de ruido inferiores. Ahora mismo se está actuando sobre edificios –también están incluidos inmuebles destinados a sanidad, cultura y educación– que soporten ruidos superiores a 65 decibelios entre las 07.00 y las 23.00 horas y 55 decibelios entre las 23.00 y las 07.00. La siguiente fase atenderá también a viviendas afectadas con 60 decibelios durante el día y 50 de noche.
Por el momento, AENA no ofrece plazos sobre cuándo se podría empezar esta segunda fase, pero en su momento se informará a los vecinos por medio de una carta.
En caso de que una vivienda se quiera acoger a esta actuación el primer paso es solicitarlo formalmente y después serán los técnicos de AENA los que comprueben si realmente necesita de esa insonorización. Se trata de un trámite lento ya que los operarios deben acudir a distintas horas a la vivienda para analizar el nivel de ruido en habitaciones y lugares de descanso, los únicos que aislará el plan acústico.
Como conclusión, el organismo estatal deberá emitir un informe con estos baremos admitiendo o no la ayuda económica. Con ese documento el particular se dirigirá a una empresa especializada que será la que elabore el proyecto definitivo que aún después deberá revisar, de nuevo, AENA. Tras su aprobación será cuando se puedan empezar los trabajos.
Una vez finalizados, los técnicos de AENA volverían al inmueble para estudiar que ya no se superan los niveles de ruido durante ninguna hora del día. Será entonces cuando se proceda a abonar el coste de la obra a la empresa encargada de la misma.
Precisamente un punto positivo de este proyecto es que en ningún caso el propietario de la casa tiene que adelantar el presupuesto, como sí sucede en otro tipo de subvenciones.