En pie desde el siglo XV, el antiguo Gobierno Militar será, en 2015, el centro cívico de los vecinos de la Ciudad Vieja. El alcalde, Carlos Negreira, visitó ayer el inmueble que acaba de ser cedido por el Ministerio de Defensa para su incorporación al patrimonio municipal. El Ayuntamiento ya tiene preparado un proyecto para su transformación en centro cívico y cultural y sede de la asociación vecinal del casco antiguo.
El acuerdo de cesión –gratuita e indefinida– se aprobó ayer en junta de gobierno. Ahora le toca al Ayuntamiento poner los fondos necesarios para su rehabilitación y apertura a los vecinos de la ciudad, “por primera vez en su historia”, tal y como recalcó ayer el primer edil. La restauración del edificio, de casi 3.800 metros cuadrados, se hará por fases. La primera afectará a 700 metros del pabellón norte, donde se creará el centro cívico. El proyecto de reforma ya está listo y el gobierno local quiere sacarlo a licitación en agosto. La intención del alcalde es que las obras comiencen en el último trimestre del año, con el fin de que los vecinos lo usen ya en 2015.
Los trabajos tendrán un coste de 540.000 euros. En los presupuestos de este año hay reservada una partida de 300.000 euros para este fin. El resto se pagará con cargo a las cuentas municipales para 2015. Según Negreira, el edificio se encuentra “en muy buenas condiciones”, por lo que los trabajos consistirán en “pequeñas reformas” y obras “de adaptación” para su uso como centro cívico.
Falta ahora por definir y cerrar la reforma de los 2.500 metros restantes, destinados a actividades culturales. Aunque en un principio se anunció que al antiguo Gobierno Militar se trasladaría Instituto de Estudios Coruñeses el José Cornide, junto con su archivo de 40.000 piezas del legado de Salvador de Madariaga que, el alcalde, aseguró ayer que la Concejalía de Cultura todavía está estudiando qué usos darle a este espacio.
pequeña florencia
En el edificio se están realizando ahora una serie de estudios arqueológicos previos a la licitación del proyecto. Por el momento no hay ni restos medievales ni romanos. Solo un enlosado de la época moderna que, según el arqueólogo encargado de los trabajos, Tito Concheiro, no afecta a la obra que se quiere realizar.
El edificio fue inicialmente el palacio del conde de Montaos. Formaba parte de la “pequeña Florencia” de A Coruña, ubicada en la parte alta, la zona noble de la ciudad. En la baja Edad Media el conde decidió ceder el edificio a la corona para que se destinase a la veeduría, y en 1750 se convirtió en la Real Audiencia. Tenía originalmente dos patios, pero los diferentes usos militares que albergó a lo largo de los años provocaron que el inmueble se sometiese a diferentes reformas, Concheiro sostiene que muchas de las obras que se llevaron a cabo “no fueron acordes con su importancia”.