Fuentes de Magaña, un pueblo soriano de la comarca de Tierras Altas donde apenas residen medio centenar de habitantes, ha presentado hoy la réplica de un dinosaurio, considerada la más grande del mundo y que representa a un apatosaurio.
Un centenar de personas, entre vecinos y autoridades, entre ellas la subdelegada del Gobierno en la provincia, María José Heredia; el delegado territorial de la Junta, Manuel López, y la vicepresidenta primera de la diputación soriana, Ascensión Pérez, han asistido hoy al descubrimiento de esta maqueta.
El alcalde de Fuentes de Magaña, Dionisio Martínez, se propuso hace unos años esta iniciativa para darle la vuelta, junto con otras actuaciones, al progresivo abandono de su pueblo y para ello pensó en el turismo paleontológico como uno de los posibles recursos.
Hoy, Martínez ha deseado que la maqueta sirva para atraer turistas a la comarca de Tierras Altas, la más despoblada de la provincia de Soria y que conserva una de las mejores colecciones de icnitas -huellas de dinosaurios- de España.
La maqueta del "apatosaurio" o "brontosaurio", un dinosaurio que vivió a finales del Jurásico, preside el yacimiento de icnitas de Miraflores -donde existen icnitas de saurópodos de hasta 120 centímetros de longitud- con sus treinta y dos metros de longitud y ocho metros de altura.
La maqueta ha costado 59.000 euros, de la que la mitad ha sido aportada por el grupo de acción local Proynerso y el resto saldrá de patrocinios de empresas y particulares.
La corporación también prevé la posibilidad de inscribir la reproducción del dinosaurio en el libro Guinness y diseñar otra maqueta de dinosaurio -más pequeño- para instalarla en la plaza del pueblo.
La maqueta, diseñada en el taller que Ricardo González tiene en Logroño y elaborada en fibra de vidrio y resina de poliéster con un armazón de acero desde la cabeza a la cola, fue transportada en cuatro piezas hasta Fuentes de Magaña.
La dimensión de la maqueta, con una cola de diecinueve metros, ha obligado a contar con los conocimientos de un ingeniero para encontrar la solución para que resista el viento que sopla en esta zona de Soria, que mira al Moncayo y a los montes Cameros.
La maqueta, que pesa tres toneladas, fue realizada durante cinco meses por siete personas a plena dedicación.
"Los vecinos están todos entusiasmados y no he visto a nadie que se quejara y más en esta época que podían decir que era mejor invertirlo en otra cosa", ha resaltado.