Dos integrantes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llegaron en torno a las dos menos cuarto de la tarde de ayer a la sede judicial riveirense para reunirse con el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1, que dirige el caso de la desaparición en A Pobra de Diana Quer. Durante aproximadamente una hora, esos efectivos de la Benemérita permanecieron en esas dependencias para poner al día al referido togado sobre los últimos avances en las investigaciones que vienen realizando desde hace más de tres meses y medio.
Aunque no ha trascendido el contenido de los mismos, al mantenerse la medida del secreto de las actuaciones, todo parece indicar que, lejos de que pueda estar enquistada o desarrollarse a un ritmo lento, se siguen sumando los resultados de las diligencias que se vienen practicando para tratar de determinar el paradero de la joven madrileña, así como la identidad de las personas que tuvieran que ver con lo que le pudo suceder a la adolescente, entre otros aspectos para los que se mantienen abiertas varias líneas de trabajo, tanto del tipo testifical, tecnológico como de trabajo de campo.
Del mismo modo, en ese encuentro entre los investigadores y el juez se analizaron las posible nuevas medidas a adoptar para obtener más elementos de juicio sobre los que trabajar en este complejo caso.
Este periódico ha podido saber que el hecho de que en las últimas semanas bajase de una manera considerable la presión mediática les ha liberado mucho de la presión a la que podían estar siendo sometidos.
El hecho de que en buena parte de ellos se hiciera referencia a “fuentes de la investigación” o “fuentes cercanas al caso” estuvo provocando que sus superiores les pidieran explicaciones por esas supuestas filtraciones, que no parecían ser tales debido al hermetismo con el que están trabajando para evitar que se repitan errores registrados en el pasado.