A los miembros del jurado que el lunes se constituirá en la Audiencia para abordar el juicio por la muerte del joven colombiano que fue apuñalado en la zona de A Cubela en enero del año pasado les toca deshacer la maraña de relaciones personales que conectan a las cuatro personas que ocuparán el banquillo y al propio fallecido.
Los dos hombres y la mujer que pasaron por prisión por este caso se enfrentan a peticiones de pena de entre 18 y 20 años, acusados todos ellos de un delito de asesinato, en el que dos parecen ser autores y la tercera, la inductora.
La tesis que contemplan el fiscal y la acusación particular es que esta última, colombiana como otro de los acusados y la víctima, había mantenido una relación íntima con el joven fallecido, que a su vez salía con la hija de la acusada (también procesada, pero en la jurisdicción de menores). Para cerrar el círculo, joven que ya en prisión se confesó autor de la puñalada mortal que acabó con Yonier Alejandro Arenas era en aquellas fechas el novio de la menor, mientras que el otro procesado es el exmarido de la madre.
Con este contexto, las acusaciones tienen indicios de que el crimen fue una venganza orquestada por la mayor de las acusadas por celos ante la vida sentimental de su amante, que además de las relaciones con la madre y la hija tenía múltiples novias.
Como acusada se sentará también una cuarta mujer, para la que se pide un año y medio de reclusión como autora de un delito de encubrimiento, al tenerse sospechas de que ocultó en su casa el arma homicida.