El Juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol tramita dos causas diferentes por los restos óseos humanos hallados en las playas de la parroquia ferrolana de Covas en los pasados meses de febrero y marzo. Los huesos habían quedado al descubierto por la erosión ocasionada en las dunas y en el arenal por el fuerte oleaje de los temporales del pasado invierno.
Una de las causas que se instruyen se refiere a los restos óseos descubiertos el día 16 de febrero en la zona de Santa Comba. La otra corresponde al hallazgo realizado a principios de marzo en una zona próxima a la anterior, consistente en un cráneo humano, con su correspondiente dentadura, que estaba incrustado en una roca, entre numerosos huesos más pequeños.
En uno de los casos el esqueleto estaba enterrado y en el otro los restos fueron localizados en una zona, de la que se fueron desprendiendo poco a poco por efecto de los temporales.
En la actualidad, todos los restos se encuentran en el Laboratorio de Verín y están siendo sometidos a estudio por el antropólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) Fernando Serrulla. Se trata de unos análisis muy complejos, con los que se pretende descubrir la antigüedad de los huesos.
Según la información a la que tuvo acceso este periódico, la familia de un desaparecido acudió a la Subdirección del Imelga de Ferrol con la intención de que les realizasen las pruebas de ADN para comprobar si tenían relación con los restos óseos hallados. Los forenses los remitieron a la Comisaría de Policía, ya que fue la Policía Científica la que recogió los huesos y la que lleva la investigación.