El Ayuntamiento de Betanzos y la Asociación Gatocán trabajarán  de forma conjunta para controlar las colonias de gatos callejeros que durante los últimos años tantos quebraderos de cabeza habían provocado a los vecinos de dos zonas concretas de la ciudad: Lanzós y A Cañota.
La iniciativa, pionera en la provincia, pretende favorecer la convivencia entre “animalistas” y no “animalistas”, entre aquellos alimentan a diario a los felinos y quienes rechazan este tipo de prácticas al considerar que pueden resultar insalubres, y lograr colonias sanas y con una reproducción controlada, siguiendo los pasos del Ayuntamiento de Ourense, el primero que desarrolló esta idea en Galicia.

Proceso
El planteamiento consiste en recoger a los gatos y trasladarlos al refugio que la protectora tiene en Coirós. Allí, los veterinarios se encargaran de su esterilización y saneamiento para, a continuación, devolverlos a Betanzos. Pero no regresan a la calle directamente, sino a las casetas de madera tratada como la que se acaba de instalar en la Rúa da Torre, tras la Torre de Lanzós.
En ellas, los animales, además de resguardo, disponen de areneros y comederos, en las que no está permitido depositar más que pienso seco y agua pues “los restos de comida son perjudiciales, tanto para los propios gatos como para los vecinos a los que molestan los olores que puedan desprender”, explicó Beatriz Martín, de Gatocán.
Desde la Concejalía de Medio Ambiente, el edil socialista Antonio Vázquez Lorenzo, explicó que la iniciativa se enmarca dentro de un programa más amplio dirigido a los propietarios de mascotas, a los que solicitan colaboración y responsabilidad, que se completa con el vallado y  la adecuación de un espacio de unos mil metros cuadrados para perros en las inmediaciones del parque de Pablo Iglesias y del paseo de Ramón Beade.
El gobierno local tiene previsto instalar una segunda caseta en el entorno de A Ponte Vella, donde se localiza la segunda colonia de gatos de Betanzos.