El Rápido de Bouzas ganó ayer su primer partido de liga en O Roxo. De las catorce visitas anteriores, hubo doce victorias del Cerceda y dos empates. Algún día tendría que ser. Entre ese factor y el de que la continuidad del entrenador Juan Carlos Andrés pendía de un hilo había dos opciones: que el equipo vigués se entregase ante el teórico dominio local o que apretase los dientes y encarase el partido como una auténtica final. Optó por la segunda opción. Fue mejor que el Cerceda en la primera media hora y aprovechó para tomar ventaja y no soltarla de ahí al final. Diz marcó de estrategia y el Rápido se llevó los tres puntos.
Presionando muy arriba, con intensidad, como si se le fuese la vida en ello. Quizá era así: la temporada del Rápido no está siendo para enmarcar. Esas ganas de incomodar y el estado del campo (llama la atención ver tan deterioridado el césped de O Roxo) hicieron que el equipo de Lemos se atracanse. Permitió al Rápido aproximarse y lo pagó caro.
En un saque de esquina ejecutado desde la derecha. Así llegó el único gol del partido. Jugada de pizarra. Gabi Misa golpeó raso, buscando el punto de penalti. Allí apareció Diz para finalizar la jugada al primer toque. El impacto con la diestra fue bueno y el balón acarició la red sin que fuese desviado por ningún defensor local.
La empanada le duró al Cerceda un poco más. El propio Diz disfrutó de una ocasión clamorosa a la media hora. Fran Matos, lateral derecho visitante, se anticipó a Juan y condujo buscando la portería contraria. Centró y el balón acabó en el segundo palo, franco para que el ‘10’ visitante hiciese el 0-2. En cambio, su remate fue horrible.
Lemos, que salió con Jacobo Lazcano de interior izquierdo, se vio obligado a mover ficha por la lesión de Noé. Entró Peque y, además, reestructuró el equipo. Adelantó una línea a Angeriz para reforzar el centro del campo y le salió bien. El Cerceda ganó en empaque.
En los dos últimos minutos del primer tiempo, tres ocasiones claras. Cabezazos peligrosos de Caridad y Angeriz (al palo) en dos saques de esquina y centro-chut de Cano que obligó a intervenir a Ferre. Pero nada, 0-0 al descanso.
En el segundo tiempo, Lemos arriesgó quedándose con tres defensas. Ni así. Tuvo más presencia en campo contrario y el Rápido de Bouzas acabó pidiendo la hora pero le faltó fluidez y calidad en los hombres de refresco que, una vez más, no aportaron lo que necesita un equipo que pretenda pelear por meterse en promoción.
El ‘jugadón’ del partido lo firmó Dani, llevándose a todo el que salió a su paso. Al apoyarse en Eibe, el juez de línea levantó la bandera y el árbitro anuló el golazo. Pero, para anulado, un Cerceda que comprobó lo rápido que puede decidirse un partido. Que regresen César y Herbert y a remar.