Los restos de la tormenta tropical “Kyle” llegaron ayer a la ciudad, dejando grandes trombas de agua desde las 20.00 horas y con fuertes vientos durante todo el día, unidos a una sensación de bochorno.
Agosto no está gozando de los días de sol y calor de julio, aunque se espera que el fin de semana el sistema de altas presiones de las islas Azores empiece a ganar protagonismo.
Los Bomberos de A Coruña tuvieron que realizar varias salidas para atender incidencias relacionadas con el viento, además de proceder a un rescate en O Portiño. A las 15.00 horas se desplazaron a esa zona costera para ayudar a unos jóvenes a los que el mar jugó una mala pasada, atrapándolos durante un rato. Lograron llegar exhaustos a las rocas, donde fueron ayudados por Salvamento Marítimo y los bomberos, recibiendo después atención del 061.
Las ráfagas, que alcanzaron los 80 kilómetros hora, derribaron planchas metálicas en la calle de Varela Silvari y la avenida de Hércules, sin provocar heridos pero, en el segundo caso, sí daños materiales, ya que rompieron una mesa de cristal en una terraza. l