La tendencia de los juzgados gallegos a resolver más asuntos de los que ingresaron durante el año pasado se rompe cuando se trata de los órganos de la jurisdicción social, aquellos que abordan cuestiones de índole laboral, entre ellas los conflictos colectivos y los despidos. En la ciudad, los cinco jueces especializados en esta clase de litigios cerraron 2013 con un total de 7.861 procedimientos pendientes de resolución, lo que eleva en casi 600 la pendencia de este orden.
Los datos, que proceden de la Memoria Judicial relativa al año pasado que ayer hizo pública el presidente del Tribunal de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas, llevan a alertar de la situación “especialmente complicada” de los juzgados de esta tipología de A Coruña y Vigo. Eso, a pesar de que el balance anual constata un “estancamiento” en el número de procedimientos laborales que durante el año pasado llegaron a los juzgados gallegos de esta clase, a excepción de los de Santiago, Lugo y Pontevedra.
En los de A Coruña, ingresaron en ese período 6.948 asuntos, y se resolvieron 6.225, lo que hizo elevar el número de procedimiento pendientes de resolución, que en los últimos años se mantienen en torno a los 7.500. A ello hay que sumar el aumento de los procedimientos abiertos por conflictos colectivos, 76 el año pasado, y los actos de conciliación rubricados por el secretario judicial: se registraron en 2013 hasta 4.634, se resolvieron 3.858 y se dejaron pendientes 4.298.
Las cifras de pendencia en el orden laboral justifican la demanda que el alto tribunal gallego traslada al Ministerio de Justicia a través de su Memoria en cuanto a creación de nuevos órganos jurisdiccionales; en ella se incluye un nuevo juzgado de lo social para A Coruña, otro en Santiago y un tercero en Vigo, amén del mantenimiento de las medidas de refuerzo que ya existen en este orden en las tres ciudades y en la sala de lo social del Tribunal Superior de Xustiza. Para este órgano se pide, de hecho, un nuevo refuerzo externo formado por cinco magistrados en comisión de servicio más un suplente adscrito a la sala.
Con él se espera poder abarcar los 7.839 procesos y recursos que quedaron por cerrar en el alto tribunal al finalizar el año. Se resolvieron en ese período un total de 6.037, lo que sirvió para reducir en algo más de 1.200 la pendencia.

también en penal
La otra jurisdicción que suscita “mayor preocupación” en ciudades como A Coruña es la penal, según queda reflejado en la Memoria de 2013. A nivel autonómico, los juzgados de este orden registraron un aumento de asuntos ingresados, hasta alcanzar los 313.886, aumento que también se aprecia en los seis órganos de la ciudad. Incoaron durante el año pasado un total de 2.434 procedimientos, resolvieron 2.265 y dejaron 2.675 pendientes de sentencia. A ello hay que unir las ejecuciones de sentencias ya dictadas, que también son de su competencia. Quedaron en trámite 5.823 después de resolverse 5.306.
La pendencia también aumenta en las secciones penales de la Audiencia coruñesa, donde quedaron sin resolver 3.863 recursos al cierre del año pasado, a pesar de que también crece la tasa de resolución. Por contra, en las secciones civiles baja el número de procedimientos que ingresan y los pendientes.

al detalle

En mercantil, la carga se multiplicó por ocho

Según refleja la Memoria, la jurisdicción mercantil es, porcentualmente, la que más ha visto crecer su carga de trabajo. Los concursos aumentan de forma progresiva hasta alcanzar el año pasado los 611 ingresados, ocho veces más de los que había en 2007.

Aumenta la tasa de resolución en Galicia

Los datos indican que el conjunto de juzgados y tribunales gallegos resolvieron 465.624 asuntos en 2013, más de mil casos sobre la cifra de entrada. Esta creciente tasa de resolución implica también una disminución de la pendencia, que se queda en 162.575 asuntos.

Baja la Tendencia en el orden contencioso

El TSXG destaca la “notable” bajada de la pendencia de los juzgados del orden contencioso administrativo, que acumulan 4.971 asuntos en Galicia, cerca de mil menos que el año anterior, a pesar de que la carga de trabajo duplica el módulo recomendado.