Estudiantes y profesorado del IES Agra do Orzan vivieron ayer una “caótica” mañana, tal y como indicó la secretaria del centro, Amparo Vigo, al no contar con luz ni calefacción desde primera hora, aunque sobre las doce del mediodía se restableció completamente el sistema.

El problema, tal y como denunciaron desde el instituto, se generó después de que la empresa Naturgy, “de forma unilateral”, actualizase los contadores con el cambio en la limitación de la potencia mínima contratada. “Nosotros tenemos una muy pequeña porque a saber de qué año está contratado, ya que el centro tiene 50”, destacó la docente, al mismo tiempo que señaló que a primera hora ya se pusieron en contacto con la compañía para indicar la incidencia.

“Lo que le transmitimos es que no tenemos ningún inconveniente en aumentar y pagar lo que nos corresponda, pero lo que no puede es hacerlo de un día para otro y sin informarnos porque han generado un problema bestial; esto es un absoluto caos”, aseguró Vigo. Sin luz, ni calefacción, ni ordenadores, ni teléfono, dar clase ayer en el centro se volvió una tarea harto complicada e incluso el equipo directivo se puso en contacto con la Consellería de Educación e inspección para plantear la posibilidad de suspender las clases si hoy continuaba el problema. “Nos dicen que a lo mejor tardan tres semanas en arreglarlo, pero cómo va a ser eso si tenemos casi 600 alumnos”, indicaba la secretaria del centro antes de la llegada del servicio técnico.  

Dependencia

“En mi caso, que doy clase en los ciclos y son mayores de edad, los mandé para casa pero tenemos alumnos desde los 12 años y a esos niños tenemos que tenerlos aquí en el centro. Los profesores, con su buena disposición, pues fueron haciendo lo que pudieron porque ahora estamos muy atados a las nuevas tecnologías y hay muchas cosas que no puedes hacer porque tenemos en todas las aulas ordenador y pantalla digital”, destacó Amparo Vigo.

Desde Naturgy aseguraron que, en cuanto recibieron la llamada alertando del problema, dieron aviso a un equipo de la distribuidora eléctrica UFD que se trasladó de inmediato al instituto para dar solución al problema y reponer así el suministro.

Al mismo tiempo, la empresa indicó que se iniciaron los trámites para el aumento de potencia ya que la actual quedaba muy escasa. “La verdad es que vino un técnico y con un ordenador en el cuarto de contadores lo solucionó muy rápido pero insistimos, lo que no se puede hacer es limitar sin avisar”, destaca Vigo.