Viktor Flores es Dj, promotor y gestor cultural. Descubrió la electrónica muy joven y se dedicó a ella durante años en Vigo. Fue uno de los impulsores del festival Sinsal, antes de marcharse a Madrid, para trabajar para Red Bull. Ahora, ya de vuelta en Galicia, participará la próxima semana, como Dj, en el Fanzine Fest.  

Desde su punto de vista artístico y como promotor, ¿cómo ve propuestas como la que plantea el Fanzine Fest? 

La verdad es que hacer un evento como el Fanzine, en Galicia, tal y como está el panorama cultural, musical, sobre todo relacionado con la música de club, que obviamente no son los mejores años, me parece muy arriesgado y muy valiente hacer una propuesta como la que hacen Roi y Pablo en Fanzine, como la que hace Iván en el WOS, como la que hacen mis exsocios en Sinsal... Yo, por lo que he visto, tienen un nivel todos, de producción, de detalles, de concepto... que no tienen nada de envidiar al resto de eventos similares que puede haber en España.
 
¿Se valora más lo de fuera? 

La gente, habitualmente, tiende a valorar más lo de fuera, van al Sónar, van a Portugal... que obviamente, están muy bien, pero valoran más lo de fuera que lo que tenemos aquí. El público de Galicia tendría que creerse más la calidad de las propuestas que se hacen aquí y apoyarlas, no porque se hagan aquí, sino porque realmente son buenas. Me he pateado muchos festivales en España y fuera, y cosas como Fanzine, como el WOS, o como el LEV en Asturias están a un nivel muy alto. 

Hablando sobre usted, ¿cómo entró en este mundillo de la música electrónica? 

Buff (risas), de eso hace ya bastante, de hecho el próximo año hará 25 que empecé a pinchar, de una manera más profesional, con una residencia en un club. Siempre me gustó la música de pequeño. Con 14 años descubrí un local en Vigo, entonces era más fácil entrar en locales aunque no tuvieras 18 (risas), y era un sitio donde se pinchaba Chicago, House y Acid, en el año 88, al mismo tiempo que se estaba creando este sonido en Chicago, que debió de ser de las pocas veces que un estilo no llegó aquí con años de retraso. Y me quedé prendado del estilo y sigo pinchándolo hoy en día.

Y con 25 años de trayectoria, ¿cómo ha evolucionado la escena en Galicia? 

Por un lado, hay cosas que han evolucionado y otras que han involucionado. Aquí, a principios de los 90 se empezó a crear una escena de la electrónica, en Galicia primero era muy Techno, rápido y duro además (risas), el House costó más que entrara. Eran otros tiempos, otras capacidades económicas, había a lo mejor más gente joven que ahora... una serie de factores que ahora se nos escapan. El ocio ahora se vive de otra manera. Es cierto que antes había mucha más gente, ya no solo en clubes, sino en grandes eventos, y nuestros clubes funcionaban sin necesidad de grandes nombres, la gente iba a ver a los residentes, por ejemplo, en Vigo, en Vademecum, iban a vernos a mí y a mi compañero; en A Coruña iban a ver a Grobas y a Ino a House Café... no había esta presión que hay ahora de tener que traer a alguien de fuera para que la gente se mueva. Había más curiosidad, era todo más nuevo.

Pero habrá algo bueno... 

Sí que hay ya varias generaciones que escuchan este tipo de música y que valoran la electrónica, no solo desde el punto de vista hedonista de pegarte una fiesta un viernes o un sábado por la noche, sino mucho más allá, gente que se preocupa por conocer artistas, asistir a otro tipo de eventos que no se celebran de noche...

¿Serían factibles Fanzine o WOS hace 20 años? 

Este tipo de eventos no sería posible hacerlos en Galicia. Hay un grupo relativamente pequeño de público que sí demanda cosas diferentes, que no son tan fáciles.