Con las ganas de notar el sol en la piel, los coruñeses dejaron en casa los zapatos cerrados y los pantalones largos y se lanzaron a las playas a falta de cuatro días para el comienzo oficial de la temporada.
Será el domingo cuando los arenales presenten su mejor imagen –arreglados los desperfectos provocados por los temporales y acondicionados los servicios– y los socorristas velen por los bañistas. Los 30 elegidos entre los 165 que se presentaron a las pruebas serán los que se encarguen de la seguridad de los visitantes de Riazor, Orzán, San Amaro, Oza y As Lapas hasta el 15 de septiembre. El equipo de vigilantes de la playa lo completan enfermeros, médicos, socorristas de primeros auxilios y técnicos de transporte de emergencia sanitaria.
Hasta que estén en sus puestos, las playas son coto privado de los tomadores de sol y los valientes que se atreven con el Atlántico. Animados por las buenas temperaturas, fueron muchos los que ayer llenaron los arenales. Y las terrazas, los parques, los paseos y cuanto lugar contaba con luz y calor.
Los 26 grados de máxima que se registraron durante el día son el comienzo de una sucesión de jornadas soleadas y altas temperaturas que durarán al menos ocho días más.
Tanto hoy como mañana, los termómetros alcanzarán los 27 grados, según la previsión de MeteoGalicia, que calcula, además, que las mínimas serán suaves, en torno a los 13 grados.
Entre el sábado y el martes, el 25 será el número clave. Es la máxima prevista para esos días, en los que no se espera una sola nube en el cielo y solo el viento podría enturbiar jornadas de playa perfectas. El sábado será del norte y a partir de entonces los meteorólogos esperan que soplen vientos moderados del Nordeste. El próximo miércoles, ya con el viento flojo, la predicción apunta a que se alcanzarán los 27 grados, uno más que al día siguiente, en el que el sol seguirá siendo la nota predominante.
Más de una semana para que los amantes de la playa la disfruten. n