El Gobierno local proyecta añadir una cuarta ronda que discurra justo entre dos de las tres que existen actualmente, la ronda de Nelle y la de Outeiro. La diferencia es que esta cuarta ronda será peatonal, pero será casi tan larga como la de Outeiro, y pretende unir San Diego con el parque de Agra do Orzán. En los últimos meses se han realizado obras en Puga y Parga, en la plaza de Cuatro Caminos, y ya está en marcha el proyecto para comenzar la peatonalización de la calle de Mariscal Pardo de Cela, al otro lado del viaducto de Alfonso Molina. Os Mallos será el barrio al que más afecte su fisonomía, y otras dos calles, Ramón Cabanillas y Oidor Gregorio Tovar, se verán afectadas.
El objetivo del Gobierno local es ir empalmando las sendas peatonales inconexas, como A Gaiteira, dentro de esta ruta. Ya se se están preparando los créditos técnicos de urbanización de Alcalde Marchesi y tienen previsto empezar las obras de peatonalización de Parda de Cela, para conectar (seguramente) a través de Oidor Gregorio Tovar, que se halla también en obras actualmente. La ruta seguirá por Ángel Senra, y después Ramón Cabanillas, de la que también están programando los trabajos, seguirá por la Sagrada Familia, calle Barcelona y finalmente, el parque del Agra. Esta ronda peatonal, junto con otras actuaciones (como el bulevar de San Andrés o la peatonalización de Los Cantones) serán presentados en la mesa de movilidad sostenible el próximo miércoles.
Reunión vecinal
Así que será el barrio de Os Mallos el que sufrirá más cambios en su fisonomía. El anuncio no pilla por sorpresa a sus vecinos. En primer lugar, porque se trata de un viejo proyecto del que ya se ha hablado en anteriores mandatos, y en segundo lugar, porque la asociación de vecinos está pendiente de una reunión con la Concejalía de Urbanismo. La presidenta de la asociación, Aida Antón, se muestra prudente a la hora de hacer una valoración y prefiere hablar primero con sus vecinos, para pulsar su ánimo, una vez conozca el proyecto en detalle. Antón recuerda que la peatonalización de Ángel Senra fue en su día bastante polémica. Sin embargo, su opinión personal es que a largo plazo ha valido la pena y considera que habría protestas si volviera a su estado anterior: “En un barrio como este, bastante envejecido, es un sitio para que caminen las personas mayores, se sientan en los bancos, hay ambiente, hay terrazas... Algún comerciante sigue suspirando por cuando podían parar los coches en su puerta o para llevar la mercancía. Pero son los menos”.
En el caso de la calle de Mariscal Pardo de Cela no se prevé que cause muchos problemas, puesto que es una vía muy pequeña. Más problemática puede ser Oidor Gregorio Tovar o Ramón Cabanillas. Sobre todo, por la eliminación de plazas de aparcamiento, para lo que Urbanismo no ha dado una solución clara.
En busca del consenso
El objetivo, como señaló el concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, es animar al coruñés a desplazarse de una manera más sostenible. Es decir, andando. Por eso buscará con los partidos de la oposición un consenso en la mesa que se reunirá el próximo miércoles, día 29.
No es que los coruñeses caminen poco. Al contrario: según los datos que ofrece el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), el 48% de los desplazamientos de la ciudad se realizan a pie. Es una cifra que pone A Coruña por delante de otras capitales europeas, como Copenhague (18%), Oslo (32%), Estocolmo (17%) o Ámsterdam (20%) según los datos recogidos por la Plataforma Europea para la gestión de la Movilidad (Epomm).
Las buenas cifras de A Coruña pueden explicarse por sus pequeñas dimensiones: 38 kilómetros cuadrados. Con todo, estas cifras no tienen en cuenta la movilidad interurbana. Es decir, entre los distintos municipios del área, que es el verdadero problema en A Coruña, que recibe miles de vehículos a diario.