El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, emplazó ayer al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a “recuperar la cordura” a partir de mañana y empezar a hablar aunque, eso sí, dentro de la ley.
“Mientras yo sea presidente del Gobierno la Constitución española se cumplirá, la soberanía nacional estará a salvo y nadie romperá la unidad de España”, insistió Rajoy ayer.
Y sobre el proceso participativo que se pretende celebrar hoy en Cataluña señaló que “se le podrá llamar como se quiera, pero ni es referéndum, ni es consulta ni es nada que se le parezca” y “no produce efecto alguno”.
El presidente del Gobierno recordó que el mismo día en que se anunció el referéndum ya dijo que era ilegal y que, por tanto, no se iba a celebrar; y así fue, al tiempo que apostilló que “España es una democracia, un Estado de derecho, en el que todos están sometidos al imperio de la ley”.
Recuperar la cordura
Rajoy confió en que este lunes “se recupere la cordura” e invitó a Mas a dialogar “dentro del marco de la Constitución” y de a ley y a hablar de “mejorar el bienestar y la riqueza de los ciudadanos”, en definitiva, “atender las preocupaciones de su día a día”.
En el mismo sentido, la secretaria general del partido y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aseveró que “gobernar es sobre todo velar por el cumplimiento de la ley” y eso, ha dicho, es lo que está haciendo el PP.
“Parece una obviedad, pero hay algunos que se creen que están por encima de la ley” y “por encima de la ley no está nadie”, remarcó Cospedal.
Y añadió que “cuando más alto esté uno, más está sometido al imperio de la ley”.
izquierda federalista
Por otra parte, la plataforma Federalistes d’Esquerres lanzó ayer un manifiesto en el que advirtió de las “carencias gravísimas en un Estado de Derecho” que supone el proceso participativo del 9-N y cargó contra una Generalitat cuya actitud “parece corresponder a tiempos dictatoriales”.
La declaración, bajo el título “Por una democracia de todos”, ha sido elaborada por el grupo de juristas de la asociación, encabezados por el decano de Ciencias Políticas de la UAB, Joan Botella; el exfiscal anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo; y el jurista y exletrado mayor del Parlament, Ismael Pitarch.
Para esta entidad, hoy “culmina una fase desafortunada en la gestión de las diversas voluntades de cambio que conviven en la sociedad catalana”, por lo que criticó que la Generalitat “haya utilizado las instituciones para promover con descarado partidismo una opción que solo es de una parte de la sociedad”.
calidad democrática
“Hoy Cataluña está más dividida, goza de menor calidad democrática y está más lejos de mejorar en su bienestar colectivo”, lamentaron los firmantes. “Se ha intentado imponer desde el principio una forma de decidir y se ha hecho con formas inquietantes, que incluyen elementos de intolerancia y de ocupación abusiva del espacio y de las instituciones que son de todos”.
Federalistes d’Esquerres considera también que el 9-N “presenta carencias gravísimas en un Estado de Derecho”, por lo que la Generalitat ha “quebrado” la “lealtad institucional” y ha “violado sus deberes estatutarios”.
“Todo ello describe un cuadro, que parece corresponder a tiempos dictatoriales, en el que el Govern no ha obrado de conformidad con la ley. Es mas que evidente que el 9-N no es un proceso electoral. Una jornada que, desde cualquier vertiente que se examine, es incompatible con las exigencias de un Estado Democrático de Derecho”, añade el manifiesto.
Pero los firmantes lamentaron asimismo la “cerrazón del Gobierno de Mariano Rajoy y el partidismo desaforado del gobierno de Artur Mas, que frustraron nuevamente la oportunidad de un debate abierto público e informado”.