Tras el intento de derribo de una de las naves del entorno de la conservera Celta, y ante la negativa de los chabolitas que viven allí de salir del poblado, el Ayuntamiento cree que la única opción que queda ahora es la vía judicial. Así lo aseguró ayer el alcalde, Carlos Negreira, que recordó que al tratarse de una parcela privada es la propietaria de los terrenos la responsable de forzar los desalojos.
Los hechos se precipitaron esta semana, después de que el Ayuntamiento declarase en ruinas la nave de la antigua factoría La Toja, sobre la que pesa una orden de demolición. El lunes, a primera hora de la mañana, un responsable de lo empresa propietaria de los terrenos , un notario, técnicos municipales y varios agente de la Policía Local, acompañados por dos máquinas excavadoras, se plantaron en el poblado de A Pasaxe para requerir la salida de nueve familias y poder demoler el inmueble. Pero los planes de tirar la nave se vieron frustrados ante la negativa de los habitantes del asentamiento a abandonar la zona.

recursos
Negreira recalcó ayer que el Ayuntamiento trabaja con los integrantes del poblado de A Pasaxe desde el año pasado, y que el lunes informaron de nuevo a los habitantes de los recursos de los que dispone el gobierno local para poder lograr su reinserción social y laboral.
El alcalde reiteró la oferta de la administración municipal que pasa por permitirlse el acceso a  un alojamiento temporal y por la puesta a disposición de una nave para que puedan guardar sus enseres. “Vamos a mantener el diálogo”, manifestó el primer edil, que sostiene que el plan de intervención social que puso en marcha el PP en A Pasaxe permitió que cinco familias abandonasen el asentamiento. “Es un problema que viene de hace muchísimos años”, justificó el primer edil, que apuntó que ya no es la primera vez que se produce un desprendimiento en la zona.
Pese a las palabras del alcalde, en la oposición reprocharon la ausencia de técnicos de Servicios Sociales el lunes en el poblado. Para el PSOE, lo que está ocurriendo en la conservera Celta “es una muestra del abandono de la política de integración y erradicación del chabolismo desarrollada por el anterior gobierno socialista”. Recuerdan que el anterior equipo dejó en mayo de 2011 un estudio con 56 familias censadas, y “desde entonces solo se ha reubicado a cinco familias”. A esto añaden los recortes en los fondos para los programas de chabolismo, el último en el modificativo de crédito que se aprobó en el pleno de este mes, en el que se elimina una partida de 200.000 euros para este fin.
Mientras, en el poblado a orillas de la ría de O Burgo ayer la vida continuaba como hasta ahora. Las familias afectadas –la mayoría de ellas dedicadas a la chatarra– no tienen intención por el momento de moverse de la zona, ni tampoco de aceptar los recursos que les ofrece la administración municipal a cambio de dejar las chabolas.