La investigación histórica ha revelado una posible relación entre la producción de petróleo y terremotos destructivos en la cuenca de Los Ángeles, durante su “boom” petrolífero a principios del siglo 20.
En particular, el sismo Inglewood de 1920, el Whittier de 1929, el de Santa Mónica en 1930 y el terremoto de Long Beach de 1933 pueden haber sido inducidos por las actividades de producción de petróleo que tuvieron lugar antes de los eventos sísmicos, dicen Susan Hough y Morgan Page, científicos del US Geological Survey, que han publicado sus hallazgos en la revista de la Seismological Society of America.
Su estudio es uno de los primeros en observar evidencias de terremotos causados por la actividad de la industria en la región de Los Angeles antes de 1935. Las prácticas de producción de petróleo y gas fueron significativamente diferentes de los métodos de recuperación de hoy en día, por lo que sus resultados “no necesariamente implican una alta probabilidad de terremotos inducidos en el momento actual en el área de los Angeles.
Otros estudios han llegado a la conclusión de que no había evidencia significativa de terremotos inducidos en la zona después de 1935.
“Con la llegada de las inundaciones de agua y otros cambios en las prácticas industriales, no se puede encontrar este tipo de terremotos inducidos después de 1935”, dice Hough. “Es posible que fuera sólo un fenómeno de principios del siglo 20”.
Más estabilidad
Si los investigadores pueden confirmar que algunos de estos terremotos más grandes, tales como el de magnitud 6,4 de Long Beach fueron causadas por los humanos, sin embargo, los resultados podrían volver a dar forma a cómo los sismólogos calculan la tasa de actividad sísmica en la cuenca. Hough sugiere que “tal vez la cuenca de Los Ángeles es una unidad más sísmicamente estable de lo que se cree.”
El “boom” del petróleo de Los Ángeles comenzó en 1892, cuando se descubrió cerca del estadio actual de los Dodgers, y los campos petroleros de la cuenca llegaron a representar casi el 20 por ciento de la producción total mundial de crudo en 1923. A pesar de esta escala masiva de la producción, no parecía que los terremotos inducidos fueran comunes en la cuenca durante el siglo 20.
Compilar los datos para estudiar esta cuestión, sin embargo, fue una tarea complicada para Hough y Página. Los investigadores tuvieron que armar una lista de todos los eventos sísmicos sentidos en la cuenca de Los Ángeles durante el período, usando informes de temblores y daños a la propiedad para el cálculo de los epicentros del terremoto y magnitudes de los terremotos registrados por pocos o ningún sismómetro.
Mediante la comparación de las listas de terremotos con los datos de la industria petrolífera, los investigadores encontraron varios vínculos significativos entre los terremotos y las actividades de producción de petróleo que tuvieron lugar cerca y en el momento en que se produjeron los terremotos. La ubicación precisa de los pozos –si estaban cerca de una falla existente, por ejemplo–, junto con la profundidad del pozo, parecen ser factores importantes para determinar si se indujo un terremoto.