El Gobierno de México se comprometió a aceptar la extradición del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, solicitada por Estados Unidos y que podría tener lugar a mediados de año, según fuentes cercanas al proceso. “El objetivo es el de cumplir la petición de extradición” para aliviar las preocupaciones de EEUU sobre una posible nueva fuga, según estas fuentes, que puntualizaron que el plazo podría variar dependiendo de los obstáculos que pudieran interponer los abogados de El Chapo, que ya tienen preparados hasta seis recursos.
La extradición a Estados Unidos del líder del cártel de Sinaloa depende ahora de la decisión que tome el Ministerio de Relaciones Exteriores mexicano, que ya tiene en su poder hasta dos solicitudes de Washington.
Para el trámite de cualquier extradición, primero Exteriores debe recibir una solicitud formal. Una vez verificado que se cumplen los requisitos para la extradición conforme al tratado bilateral, Exteriores remite el caso a la Procuraduría General de la República (PGR).
La PGR envía el expediente a un juez, quien tras notificar al posible afectado de la extradición y analizar el caso, debe emitir una resolución. Esta opinión se envía de nuevo a la PGR, quien puede aceptar o no la decisión del juez, por lo que en última instancia la decisión final la tiene el Ministerio de Relaciones Exteriores. Todo el procedimiento puede verse retrasado en caso de que el detenido se oponga a su extradición e interponga recurso de amparo en su contra.
Guzmán se encuentra ya de vuelta en la cárcel del Altiplano, el penal del que escapó el 11 de julio de 2015, según informó la prensa mexicana, tras su arresto el viernes en una operación de la Marina y la Policía Federal en la localidad de Los Mochis, en el estado de Sinaloa, según fuentes de los servicios de seguridad.
El fundador del cártel de Sinaloa se fugó del Altiplano gracias a un túnel de un kilómetro de longitud que llegaba hasta su celda. Su huida menos de cinco meses después de ser detenido puso en evidencia a las autoridades mexicanas y las críticas se extendieron también al Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El presidente llegó a asumir públicamente el error y, en el marco de las investigaciones abiertas sobre la huida, las autoridades detuvieron a más de una treintena de personas.
El Chapo ya había logrado escaparse anteriormente de prisión, en el año 2001, por lo que el de este viernes sería su tercer arresto. Guzmán tiene cuentas pendientes tanto con la justicia mexicana como con la estadounidense.
Curiosamente, un aspecto importante que permitió localizar al narcotraficante fue descubrir que El Chapo tenía la intención de filmar una película autobiográfica, para lo que estableció comunicación con actrices y productores, lo cual ya forma parte de una nueva línea de investigación, informó la Procuradora General de la República, Arely Gómez González, quien añadió que las tareas de seguimiento permitieron documentar los encuentros entre los abogados del detenido y estas personas.
Según explicó la Procuradora General de la República, a partir de la fuga de Joaquín Guzmán Loera, se inició una investigación exhaustiva, en la cual se recabaron más de 300 declaraciones y se practicaron 25 detenciones.
Entre las personas que se encuentran ya en prisión está el responsable de organizar y dirigir la construcción del túnel por el que escapó El Chapo, en cuya fuga también participaron dos de los pilotos que durante años colaboraron con la organización criminal que dirige Guzmán Loera, y el sujeto que sirvió para la adquisición del predio desde donde se construyó el túnel hacia el penal, un individuo que habría coincidido con el narcotraficante en prisión en la década de los años 90.
Igualmente se encuentra detenido uno de los abogados de El Chapo, quien además realizó los pagos; y el cuñado de Joaquín Guzmán Loera, cuya participación fue organizar y supervisar la construcción del túnel, y que además fue el responsable de organizar la salida y el traslado del evadido hasta uno de los sitios donde se refugió.
Por otro lado, El Chapo huyó de un tiroteo por una alcantarilla antes de ser detenido por las fuerzas del orden en un motel situado a las afueras de la ciudad de Los Mochis, en Sinaloa, donde se encerró junto a varios hombres armados.