La Policía Local irrumpió ayer en el mercado de Santa Lucía para poner fin a una situación de facto que se había prolongado durante meses: el uso de los almacenes de las instalaciones municipales para almacenar material de contrabando. Cerca de ocho de estos almacenes fueron precintados por las autoridades, como paso final del informe que elaboró la Policía Local sobre el fenómeno del contrabando en la decadente plaza de abastos.
Ya en abril, el alcalde, Xulio Ferreiro, había anunciado que se estaba tramitando un expediente administrativo para revertir la concesión al Ayuntamiento. El regidor reconoció que la plaza de abastos de A Falperra, desde que finalizó la concesión cesión por Servicios Cerámicos, “está nunha situación xurídica especial, digamos”.
Desde hace décadas, la zona del mercado de Santa Lucía ha sido un presunto punto negro de contrabando de tabaco y otros productos falsificados, como la ropa, en menor medida. La situación se mantuvo sin que ninguno de los gobiernos locales se decidiera a tomar medidas definitivas. El año pasado, las autoridades pusieron en conocimiento del Ayuntamiento lo que estaba pasando en el mercado: a pesar de que las concesiones habían caducado, se seguían usando de forma irregular los almacenes, presuntamente para acumular mercancía ilegal. Aquello provocó que la Policía Local redactara un informe en el que habría usado datos aportados por la Patrulla Fiscal de la Guardia Civil, que es la que se encarga de combatir estos delitos contra Hacienda.
Concesión agotada
Pero el tiempo pasaba y nada parecía moverse. La Patrulla Fiscal volvió a actuar en el entorno en marzo, precintando dos locales, uno de ellos en la exterior del mercado y otro en sus proximidades. Según fuentes cercanas, el Ayuntamiento ya habría solicitado al antiguo propietario la devolución de las llaves que se venía utilizando de manera irregular tras agotarse la concesión.
El Ayuntamiento debía recuperar este edificio en el primer trimestre de 2015 pero, cuando estaba a punto de expirar el plazo, decidió iniciar un expediente de caducidad por incumplimiento de las obligaciones de la empresa concesionaria.
Decomisos
Así que con cada vez menos puestos abiertos, el mercado de Santa Lucía ha seguido languideciendo durante todo el mandato de la Marea Atlántica. Las propias autoridades reconocen que era muy difícil acabar con el contrabando de tabaco. Hace años, no solo se vendían cigarrillos, sino que también se llegaron a decomisar varias remesas de ropa falsificada. Este negocio prácticamente había desaparecido, debido al endurecimiento del código legal, que considera delito incluso vender unas simples zapatillas.
Pero el de tabaco perduraba. Por lo menos, hasta ayer, cuando la Policía Local decidió precintar los almacenes. Cuando el Ayuntamiento complete el proceso, para el mercado de Santa Lucía, se abrirá un nuevo período, lleno de incógnitas.