Desde hoy y durante toda esta semana, la titular del juzgado de penal 5 escuchará la declaración de los miembros del equipo escolar del Liceo La Paz acusados por la muerte del alumno Diego Novo, de cuatro años, durante una clase de natación en marzo de 2009. Siete son las personas que ocuparán entre hoy y el viernes el banquillo en la Audiencia Provincial –la vista se celebrará allí debido a la cantidad de acusados y a la expectación mediática que genera el caso–, acusadas todas ellas de un mismo delito, el de homicidio por imprudencia grave, por el ahogamiento del pequeño.

Se trata de la monitora y el socorrista que aquella mañana de marzo vigilaban la clase del pequeño en la piscina, en sustitución de la profesora titular. Pero no solo a ellos se acusa de haber desatendido al grupo y no haber hecho recuento de los niños una vez que salieron del agua.

Como acusados prestarán declaración también el coordinador de las actividades acuáticas, el jefe de estudios y el director técnico del centro escolar, así como sus dos propietarios, de quienes las acusaciones señalan que tienen responsabilidad en el deceso, en tanto en cuanto no velaron por la seguridad de los alumnos del centro, al no exigir “a rajatabla el cumplimiento de las escasas medidas de seguridad” que, a ojos de la familia de Diego, existían en el centro.

inhabilitación

En esta tesis, el abogado que representa los intereses de los padres, José Luis Gutiérrez Aranguren, pide la misma condena para los siete acusados: cuatro años de prisión y seis de inhabilitación profesional, al considerar que todos son igualmente culpables, unos por una negligencia directa y el resto, por omisión.

Por su parte, la Fiscalía distingue entre los dos docentes que a mañana del 30 de marzo vigilaban la clase del pequeño y el resto de superiores jerárquicos. Para los primeros reclama los mismos cuatro años, y para los cinco miembros de la directiva y propietarios, tres años por el mismo delito de homicidio imprudente. Además, la acusación pública reclama el pago de 150.000 en favor de la familia, una compensación a laque los padres del menor renuncian en su escrito.