La Marina está sufriendo estos días su mayor lavado de cara en años. Desde que se inauguró, a principios del mandato anterior, esta gran explanada proyectada por el PP para devolver el centro a los peatones, adolecía de sombra, y la Marea Atlántica trató de solucionar el problema plantando algunos árboles. Sin embargo, estos ejemplares se estaban muriendo y la Concejalía de Medio Ambiente decidió sustituirlos por cuarenta ejemplares nuevos, una tarea complicada.
El problema es que La Marina se levantaba sobre el túnel del mismo nombre, así que no se pueden plantar especies arbóreas de gran porte. Sí se pueden plantar ejemplares que, aunque no sean tan grandes como podría esperarse, generen sombra y reduzcan el predominio del cemento y “humanicen” la zona. .
Los técnicos de Medio Ambiente descubrieron que estaban muriéndose, entre otras razones, porque los habían plantado hace cuatro o cinco años sin desenvolver el plástico y se asfixiaban, así que hubo que sanear el terreno, retirar los plásticos y la cota de red que también les envuelve. También se aprovechó para reconfigurar el terreno. La Marina se caracteriza por ser una gran explanada, pero desde la Concejalía de Medio Ambiente opinan que “un poco de ondulación, suave, realza y da un poco más de vida”.
Especies de hoja caduca
El problema es que la mayor parte de los árboles se encontraban en tan mal estado que hubo que retirarlos. Ahora los técnicos de Medio Ambiente están estudiando qué especie utilizar para reverdecer La Marina: de pequeño corte, que necesite poca tierra y de hoja caduca, para que en invierno no tape el sol. Otras fuentes apuntan a que debe ser resistente al salitre y a los vientos salinos como los robles columnares o a los perales americanos.
Se espera que estén plantados antes de fin de año o principios del siguiente, dependiendo de su disponibilidad. En todo caso, la concejala de área, Esther Fontán, insiste en que no serán árboles de gran porte: “No podemos tapar las galerías porque son una postal fija de la ciudad”.