Miguel Lorenzo: “Si no quiere irse a una residencia, no podemos obligarla”

Miguel Lorenzo: “Si no quiere irse a  una residencia, no podemos obligarla”
mã¡s de doscientas personas se reunieron ayer de nuevo ante el nãºmero 9 de padre feijoo javier alborã©s

Cuando, el pasado lunes, la comisión judicial intentó por dos veces ejecutar el desalojo de Aurelia Rey del piso que ocupa desde 1979 en el número 9 de Padre Feijoo, los técnicos de Servicios Sociales esperaban en la calle para hacerse cargo de la octogenaria en caso de necesidad. La mujer ya había rechazado días antes la oferta del Ayuntamiento de proporcionarle una plaza en la residencia de Padre Rubinos pero, aún así, desde la concejalía que dirige Miguel Lorenzo tenían claro cuál es su papel en este conflicto. “Nuestro trabajo empieza a partir del lanzamiento, tenemos la obligación de proporcionarle los recursos existentes, y de ellos, el que sea más adecuado”, establece el concejal.

Ese era y, a ojos de Lorenzo, sigue siendo el traslado de la anciana a una residencia, una solución que se tropieza con un escollo infranqueable: “En cualquier residencia la entrada es voluntaria. A menos que un juez lo dicte o sea incapacitada, si ella no quiere irse nosotros no podemos obligarla”.

Lo mismo ocurre con las alternativas que se plantearon en las últimas horas a la inquilina, sobre la que pesa una orden de desahucio por el retraso en el abono de una mensualidad; entre ellas la oferta de un piso en alquiler por parte de la Xunta. “El problema que tenemos aquí es que se trata de relaciones privadas”, reflexiona el edil, que ve “difícil” una solución si la octogenaria rechaza todo lo que no sea quedarse en donde vive.

La propia Aurelia daba cuenta el lunes de su postura desde el portal de su vivienda, después de saber que su lanzamiento no se produciría ese día: “Eu non me vou ir ‘de rositas’. Quen son eles –por los técnicos del Ayuntamiento– para propoñer a onde vou?”.

 

"inmediata"

Sobre la delicada situación que se vive en el número 9 de Padre Feijoo se refirió también ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que dijo ser consciente del “dramatismo” que encierra el lanzamiento: “Non podemos modificar sentencias xudiciais, non son competencia do goberno, pero o goberno traballa co concello para que a Aurelia non lle falte un fogar. Ese é o noso traballo”.

Y ese trabajo, afirmó, se lleva a cabo desde el lunes en “coordinación” con los técnicos de los servicios sociales municipales, “para atopar unha solución en caso de que ese aluguer, definitivamente, se rescinda”. “O obxectivo –señaló el máximo dirigente del Gobierno gallego– é que non lle falte un fogar para vivir (...) Estamos traballando para buscar unha solución de forma inmediata”.

En la misma línea, el alcalde, Carlos Negreira, indicó ayer que el Ayuntamiento tiene que “darle una salida” a la anciana, para que “pueda seguir desenvolviendo su vida con normalidad”. Para él, el traslado a una residencia sigue siendo la “más recomendable”, tal como consideran en Servicios Sociales.

Miguel Lorenzo: “Si no quiere irse a una residencia, no podemos obligarla”

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