El “tsunami informativo” que está generando el caso Diana Quer fue ayer por la tarde el punto de partida de un foro sobre el tratamiento en los medios de comunicación de las desapariciones de personas que está organizado por la Fundación QSD Global, que preside Paco Lobatón. El interés que está generando en la ciudadanía el suceso de la joven madrileña se trasladó a esa primera sesión, que se prolongó bastante tiempo sobre lo inicialmente programado tanto durante las intervenciones de los ponentes como en el turno de preguntas. Dos periodistas gallegos realizaron un recorrido panorámico del seguimiento informativo del caso, advirtiendo de titulares que no se ajustaban a la realidad o que no tenían ninguna trascendencia informativa, así como el impacto que genera en la población de O Barbanza.
También se puso sobre la mesa el hecho de que los cuatro ayuntamientos de la comarca se pusieran de acuerdo para hacer pública una declaración institucional contra un programa de televisión por considerar que se ofrecían datos inciertos y que se transmitía una imagen lesiva para esas localidades, para pedir una rectificación que no hubo.
Luis Javier Mieres, letrado del Consejo General del Poder Judicial, hizo referencia al secreto de sumario y a las líneas conflictivas en el tratamiento de la información. Manifestó que aunque la ley defiende el valor de la prevalencia del derecho a la información sobre otros, recomendó a los periodistas que hagan un uso razonable de ese derecho. Precisó que aunque no hay una receta o normativa, se debe hacer un ejercicio de autocrítica para que se materialice en una serie de recomendaciones que contribuyan a una práctica profesional más sensible y responsable en el tratamiento informativo del dolor, con una guía de buenas prácticas informativas en el tratamiento de las desapariciones, que es el objetivo de este foro.
Paco Lobatón habló para este periódico y destacó el “emocionante” encuentro de familias de desaparecidos con periodistas, a los que transmitieron sus sentimientos en una fluida comunicación directa. Mayoritariamente, los primeros agradecieron el eco que han tenido, aunque lo calificaron de escaso y descompensado en relación a otros sucesos, como está pasando con el de Diana Quer. Y le solicitaron a los medios de comunicación que no dejen de hablar de ellos, pues precisaron que “el olvido es el peor enemigo de los desaparecidos”. n